“Riobamba tiene buena espalda para la Tricolor”, dijo Marcelo Panchis, sin descuidar la cuerda con la que se guiaba para tizar la cancha. Horas después su trabajo sería utilizado por los jugadores de Colombia, Paraguay, Brasil y Ecuador, que, ajenos a lo que hacía el empleado de la Federación Deportiva de Chimborazo, se alistaban para la primera fecha del grupo A del Campeonato Sudamericano Sub-20 que ayer comenzó su vigésimo octava versión.

Panchis (42 años), le tiene mucho cariño al viejo estadio Olímpico de Riobamba, que desde su apertura en 1926 ha cobijado varias gestas del balompié nacional, entre ellas tener al primer campeón ecuatoriano de una provincia diferente a Guayas y Pichincha. Panchis suspiró, su mente voló hacia 2000 y recordó la celebración del Olmedo.

Acompañado de otros suspiros, recordó que el ‘Ciclón’ conquistaba la corona cuando él recién empezaba su relación laboral con la matriz deportiva jurisdiccional. Con más de 16 años en el empleo se siente parte del gramado, al cual, junto a Luis Coronel (53 años), pinta antes de toda programación.

Mientras deslizaba la pintura de caucho sobre el césped, hablaba de José Luis Perlaza, Christian el ‘Camello’ Gómez, Omar Ledesma y el resto del elenco que elevaron al ídolo local al pináculo del fútbol ecuatoriano. Pero su boca también desembolsa memorias más recientes, como la clasificación de la Selección de Ecuador a la fase final de la Copa América Femenina de 2014, consiguiendo en el Olímpico una de las dos victorias que le permitieron al equipo de todos pasar de ronda y pelear después por un cupo al Mundial de Canadá en 2015.     

“Como digo, acá hay buena espalda”, insistió con palabras algo agitadas, cargadas en parte por la tarea y el sofocante calor meridiano. Al otro extremo de la cuerda, Luis Coronel también manipulaba la brocha. Él, en cambio, trabaja desde hace 29 años para la Federación y filmó con su mirada otros lindos momentos en el estadio Olímpico.

Se remontó al Campeonato Sudamericano Sub-20 de 2001, cuando Ecuador fue sede por segunda vez de la justa y actuó dos partidos en Riobamba, quedando 0-0 con Venezuela y 1-1 con Paraguay. En esa época constaban entre los seleccionados Rorys Aragón, Franklin Salas, Líder Mejía, quienes después se consolidaron en el profesionalismo.

Esta ocupación, es grata, no solo por los recuerdos, sino que gracias a ella logró sacar adelante a su familia, conformada por su esposa, Laura Miño, y sus hijos Nataly (22 años), Luis (18) y Sebastián.

A pocos pasos, de ellos, Geovanny Puebla, presidente del comité organizador local, daba las últimas disposiciones a los trabajadores, entre ellas estar pendientes del arribo de los delegados de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), quienes a las 14:00 llegarían a probar la amplificación para los himnos.   

Campeonato estudiantil

Despreocupada del ajetreo que se vivía alrededor del campo de juego, Érika Abarca (12 años), de la escuela Mercedes de Jesús Molina, lloraba desconsolada porque antes de llegar a la meta cayó pesadamente, y perdió el primer lugar. Ella participó ayer en la final de los 2.000 metros del Campeonato de Atletismo Intercolegial e Interescolar que se desarrolló en el ‘coloso’ previo al estreno del torneo de fútbol.

Afuera, en la vereda de la avenida Carlos Zambrano, que da al ingreso principal del escenario, los revendedores llamaban la atención de los transeúntes al grito de “¡Generales, generales!” o “¡Compro entradas, compro entradas!”. Mientras en las ventanillas se anunciaba que los boletos a tribuna habían terminado. A 5 horas del primer partido, Colombia-Paraguay, todo indicaba que el recinto estaría lleno.  (I)