Ecuador amaneció ayer en el lugar 71 del ranking mundial de selecciones de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), el peor puesto que ha ocupado en esta lista, cuyo sistema de calificación comenzó a aplicarse en 1993.

El elenco ‘equinoccial’ ocupa el casillero más bajo entre las 10 selecciones sudamericanas y cedió 11 plazas en relación al escalafón FIFA de octubre pasado.

Conforme a las calificaciones del último mes, los combinados de la región aparecieron en este orden: Brasil (2), Argentina (4), Chile (10), Perú (11), Colombia (13), Uruguay (21), Paraguay (30), Bolivia (49), Venezuela (52) y Ecuador (71).

La Tricolor nunca había descendido del sitio 65, por lo que para el estratega Alfredo Encalada este “es un indicador peligroso” en torno al presente y al futuro del balompié nacional. Encalada participó en el proceso con el que Ecuador accedió a su primer mundial abosoluto (Japón-Corea del Sur 2002).

A su juicio, es necesario detectar los factores que frenaron la evolución del fútbol ecuatoriano y evaluar el trabajo que se hace en los equipos profesionales, sobre todo en las divisiones de base.

“Es necesario analizar si los últimos directores técnicos que tomaron a Ecuador sembraron en nuestro fútbol o simplemente buscaron resultados deportivos; si los responsables de las categorías menores de los clubes son solo entrenadores o también son formadores”.

El timonel Juan Carlos Burbano, quien como jugador aportó a la clasificación de Ecuador a la cita global de 2002, considera que más allá del ranking FIFA, el país debe reordenar su balompié y forjar jugadores con autoestima, calidad, carácter y liderazgo.

Añade que el conjunto “abanderado” nunca estuvo al nivel de Brasil y Argentina

-los mejores del Cono Sur- por tanto, no se puede decir que en algún momento estuvo en la élite.

Lamentó que en las eliminatorias del Mundial de 2018 reaparecieran los sesgos regionalistas en torno a cambiar de sede la localía de la ‘Tri’. Llamó a la unidad de directivos, clubes, instructores, periodistas y aficionados. (I)