Iker Casillas aplaude al final de su debut con el Oporto. El arquero español se estrenó en la Liga portuguesa con el número 12 del Oporto de forma plácida, tuvo que intervenir apenas en dos ocasiones, beneficiado de una cómoda victoria de su equipo, que derrotó al Guimaraes por 3-0.

Ante un estadio prácticamente a rebosar -48.500 del total de 50.000 espectadores-, Casillas, campeón del mundo y dos veces de Europa con la selección de España, se sintió arropado como hace mucho tiempo no le sucedía.

Seguro en los desplazamientos en largo y en corto, casi no tuvo trabajo en la primera parte del encuentro, cuando el Oporto sofocó al Guimaraes.

En una de las pocas veces que se asomó al área de Casillas, el extremo portugués Álex remató a los 12 minutos, flojo, desde fuera, un remate que resultó un poco mordido por el toque de un defensa, pero en el que el meta español no tuvo problemas en bloquear.

En el segundo periodo, los visitantes presionaron más por la desventaja que traían desde los 48 y merodearon con más frecuencia el área del portero de la selección española.

El exReal Madrid ordenó a la línea de cuatro defensores. Uno de los momentos estelares del portero madrileño llegó a los 50, cuando el delantero Tozé culminó un contraataque con un disparo rasó al palo corto. Casillas, de 34 años, despejó el disparo con éxito.

El guardameta, que solo había recibido dos tantos en la pretemporada, en la derrota frente al Borussia Mönchengladbach, mantuvo así su portería a cero sin demasiado sufrimiento. (I)