El partido entre River Plate y Boca Juniors convirtió en un fortín a los alrededores del Santiago Bernabéu, en Madrid (España).

A pocos minutos de que empiece el partido final por la Copa Libertadores de América, se levantó un dispositivo de seguridad planificado va a superar incluso los de los partidos declarados de alto riesgo (como los Clásicos entre Real Madrid y Barcelona, los derbis entre blancos y Atlético...).

La potencial presencia de hinchas violentos obligó a la Policía a estar atentos, aunque se informó que al encuentro no acudirán los líderes más peligrosos de las barras considerada más violentas.

El delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Rodríguez Uribes, informó ante medios locales que más de 4.000 efectivos, formarán el grueso de las fuerzas de seguridad para evitar cualquier incidente.

Hasta el momento se van a desplegar tres anillos de seguridad, en un radio de un kilómetro desde el Bernabéu. En cada anillo se realizan controles exhaustivos y cacheos desde primera de este domingo.

La Policía Municicipal será la encargada de escoltar los autobuses de los dos equipos, que en principio llegarán entre las 15:00 y las 15:30 (hora local) al Bernabéu.

Las autoridades no quieren que se repitan las imágenes de Buenos Aires, cuando se atacó el autobús de Boca Juniors y se hirieron a varios futbolistas, por lo que no se permitirá que haya aficionados que acompañen los vehículos. (I)