La "final del siglo" se inicia en la "Bombonera"
La “final del siglo”, el Superclásico más histórico entre Boca Juniors y River Plate, se inicia hoy (15:00) en la “Bombonera” con el partido de ida de una final de la Copa Libertadores que enfrenta por primera vez a los dos equipos más populares de Argentina, con el mundo por testigo.
Todas las miradas estarán fijas en lo que ocurra en el estadio de Boca, donde no habrá seguidores de River por motivos de seguridad y por decisión de los presidentes de los clubes, que argumentaron que eso supondría reducir el aforo de ambos estadios para los hinchas locales.
Los “xeneizes” llegan a esta instancia tras dejar en el camino al Libertad paraguayo y a los brasileños Cruzeiro y y Palmeiras. River Plate, por su parte, eliminó a los argentinos Racing Club e Independiente y a Gremio de Brasil.
Después de la decepción del Mundial, la final entre los dos grandes argentinos es también una buena ocasión para que se reivindique la vigencia del modelo argentino, como destacó el DT de Boca, Guillermo Barros Schelotto.
“Sabemos, y creo que no sé si se ha destacado tanto, que tanto Boca como River han puesto al fútbol argentino en un lugar donde nunca había llegado antes. Un fútbol argentino que a nivel de selección en los últimos años ha sido muy castigado, a nivel individual, y la misma selección por los resultados”.
Barros Schelotto destacó, además, que lo conseguido por ambos clubes ha puesto a Argentina en el ojo del mundo, y eso es algo que se debe aprovechar. “Más allá de lo que pase en estas finales, hemos puesto al fútbol argentino en lo más alto. Hoy el mundo habla de esta final, y la verdad que es un logro muy importante”.
En River Plate también son conscientes de la importancia de una final histórica, que ofrecerá “la gloria absoluta”, según destaca el técnico Marcelo Gallardo, que ha querido transmitir, al mismo tiempo, un mensaje de paz.
“Más allá del hecho histórico de enfrentarnos ante el rival de toda la vida en un acontecimiento único, es un espectáculo deportivo, tenemos que vivirlo así. Transmitamos que es un partido de fútbol que tiene un montón de matices y de condimentos, que van a transmitirse en estos días, pero no tiene que ir más allá de eso”.
Gallardo intentó quitarle la presión que se ha sentido en la semana entre un sector importante de los hinchas. “Creo fervientemente que tenemos que pensar que esto es un espectáculo deportivo único, no pasa más de ahí. No es vida o muerte esto, es un mensaje erróneo eso, muy malo para nuestra sociedad”.
En ese sentido, el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, también pidió paz a los hinchas de ambos clubes.
“No es más que un juego. Hay que transmitir buenos valores. El fútbol siempre dará revancha”.
Boca Juniors contará con su plantel estelar porque no tiene lesionados. El único que estuvo en duda fue Pablo Pérez por molestias físicas, pero llegará sin problemas.
Barros Schelotto alineará a los mismos 11 que jugaron ante el Palmeiras en el partido de vuelta de la semifinal.
Gallardo no podrá ingresar al estadio porque fue suspendido por la Conmebol por no haber respetado una sanción previa y dar indicaciones a sus jugadores en la vuelta de la semifinal ante el Gremio. Lo reemplazará Matías Biscay, segundo entrenador.
La primera final de la Copa Libertadores, entre Boca y River contará con la presencia de 959 periodistas de 191 medios, que consiguieron una acreditación. Más de 1.600 medios pidieron acreditación y espacio en la “Bombonera”.
El encuentro de vuelta se disputará el sábado 24 de noviembre en el estadio Monumental de River Plate, con la presencia -en el palco- del presidente de la FIFA, Gianni Infantino. (I)