Depredador de gigantes brasileños, sus épicas victorias como visitante convirtieron a Barcelona en el equipo revelación de la Copa Libertadores 2017; pero, para que el esfuerzo valga una final, todavía le falta un último milagro: remontarle al temible Gremio el 3-0 de la ida. 

Aunque no será fácil para los ‘toreros’ derribar el fuerte que el ‘tricolor gaucho’ ha construido en Porto Alegre. Diez años después de haber perdido su última final, los brasileños solo sueñan con levantar la tercera Libertadores de su historia (tras las de 1983 y 1995) y se han conjurado contra las sorpresas. 

Con los descalabros de Palmeiras y Santos muy presentes -ambos eliminados en la vuelta, y en casa, por el Barcelona, en octavos y cuartos-, el carismático técnico Renato Gaúcho se ha centrado en preservar la concentración de sus jugadores.  

Un equipo de la Conmebol explicó ayer a los periodistas brasileños cómo funciona el sistema de videoarbitraje (VAR). Foto: cortesía de Gremio

Para ello, la mayoría de titulares no viajó al partido del domingo, que acabó en empate ante el modesto Avaí (2-2). Obsesionado con la Libertadores, el cuadro tricolor ha dejado escapar la liga justo cuando el líder Corinthians comenzaba a dar muestras de debilidad. 

La apuesta, sin embargo, parece haberle salido bien al Gremio, que en tan solo 20 minutos ya había cortado la respiración del Monumental en la ida, con el 2-0 en el marcador y un pie en la final. 

Luego vendría el 3-0 de Luan y la euforia se instalaría en Porto Alegre, la tranquila ciudad del sur de Brasil a la que el fútbol agita las pasiones desde hace más de un siglo.

Tanto que el propio club ha pedido a los hinchas que no abarroten la entrada al estadio, como ocurrió en la final de la Copa de Brasil del año pasado, donde el autobús de los jugadores llegó a quedar bloqueado. Toda precaución es poca para recibir al imprevisible Barcelona. 

“Creo que su contraataque es fortísimo. Es un equipo de mucha velocidad, tenemos que tratar de neutralizarlo en el Arena. Un equipo que juega mejor fuera que en casa, no podemos cederle el partido”, afirmó el lateral Edilson.  

Para dar el penúltimo paso hacia la primera Libertadores del Gremio en 22 años, Renato Gaúcho contará con su fuerza máxima, encabezada por el joven Luan, que con 7 tantos pelea por la artillería de la Libertadores, además del arquero Marcelo Grohe, brillante en la ida.   

De acuerdo con versiones de la prensa brasileña, el Arena do Gremio estará copado por cerca de 60.000 espectadores. Incluso, luego del triunfo del club en el Monumental, la semana pasada, el número de socios de Gremio aumentó.

Por otra parte, la dirigencia brasileña mantiene cautela con respecto a la revancha frente a los ‘canarios’ y no se confía del triunfo de la ida. Odorico Roman, vicepresidente del cuadro de Porto Alegre, manifestó que el plantel que adiestra Renato Gaúcho encarará el duelo con seriedad, debido a que en la historia del fútbol se han vivido partidos con marcadores abultados que han sido revertidos.

En Barcelona, el contratiempo sufrido por la falta de permisos del chárter que llevaba a la delegación a Brasil afectó, además, la recuperación del defensa Darío Aimar, quien no jugará esta noche por lesión. El ‘Ídolo’ tampoco contará con el sancionado Gabriel Marques. 

Pese a todo, nadie en el Barcelona baja los brazos y aún menos después de la importante victoria del sábado ante el Liga de Quito (2-0) en el torneo ecuatoriano, que reforzó el sentimiento de que una remontada es posible. “Vamos a clasificar, estoy seguro de que vamos a hacer todo lo posible, va a ser otro partido”, aseguró el lateral Mario Pineida, quien no estuvo en la ida.  

La mejor noticia para los ‘canarios’ es sin duda el regreso de su artillero Jonatan Álvez, que se perdió el duelo de ida por sanción, y es una de las grandes esperanzas para que los ‘toreros’ consigan el milagro y vuelvan a una final de Libertadores, tras las perdidas en 1990 y 1998.

El partido se jugará en el estadio Arena do Gremio y estará dirigido por el chileno Roberto Tobar, asistido por sus compatriotas Carlos Astroza y Christian Schiemann. (D)