Alemania no accede a octavos por primera vez en su historia
Alemania no revalidará el título conseguido en Brasil. La Mannschaft cayó ayer ante todo pronóstico a manos de Corea del Sur (2-0) y se despide de la Copa del Mundo, después de tres partidos mediocres y con una falta de fútbol evidente.
El equipo de Joachim Low, que se inclinó con justicia en su debut ante México (1-0) y superó casi de milagro a Suecia (2-1) en la segunda jornada, sucumbe así a la llamada “maldición del campeón” y no podrá defender su corona el próximo 15 de julio en el estadio Luzhniki.
Dos goles en el tiempo de adición de la segunda mitad, uno de Kim Young-Gwon (92’) otorgado por el VAR y otro de Son Heung-min (96’) tras un error de Manuel Neuer en el centro del campo, hundieron a la Mannschaft y rescataron el honor de Corea.
Después de la agónica victoria sobre Suecia, gracias a un golazo de Toni Kroos, la vigente campeona afrontaba una nueva prueba de fuego ante Corea del Sur, que se aferraba a un milagro para poder llegar a octavos.
Los pupilos de Low necesitaban sumar de a tres para evitar sorpresas, ya que todo lo que no fuera ganar, unido a un resultado poco favorable en el otro partido del grupo, los dejaría fuera del Mundial a las primeras de cambio, algo que no sucedía desde 1938.
Para ello, el seleccionador germano decidió retocar el 11 e introdujo cinco cambios con respecto al equipo que derrotó a Suecia, dos por obligación y tres por decisión: entraron Ozil, Goretzka, Khedira, Hummels y Sule por Muller, Draxler, Rudy, Boateng y Rudiger.
En Corea del Sur, pese a que necesitaba ganar por dos goles, el DT Shin Tae-young adoptó una táctica similar a la que empleó contra México: un 4-4-2 replegándose atrás y buscando salir a la contra con dos “balas” como son Koo Ja-cheol y Son Heung-min. Al final, en los adicionales, la táctica le resultó y logró derrotar (2-0) y eliminar al campeón mundial. (I)