La sostenibilidad y el respeto al medioambiente son los ejes de la prueba
La Fórmula E se estrena en América Latina
La Fórmula Eléctrica, donde prima la sostenibilidad y el respeto al medioambiente sobre la velocidad, se estrena hoy en América Latina con la disputa de la tercera carrera del Mundial, que tendrá lugar en Punta del Este, la costa atlántica uruguaya. “No se puede comparar con nada, esto es el futuro y es emocionante estar en un proyecto así que recién empieza”, dijo ayer el tetracampeón francés de Fórmula 1 Alain Prost durante la primera jornada de entrenamientos.
La competición de autos impulsados por motores eléctricos aterriza en el continente con la intención de seguir creciendo y de darse a conocer en todo el mundo con la sostenibilidad como eje central, intentando demostrar que espectáculo y cuidado del medioambiente pueden ir de la mano.
El concepto es similar al del campeonato de Fórmula 1, su ‘hermano mayor’ para muchos, pero en sus raíces es totalmente antagónico.
En la Fórmula E prima la ecología, la necesidad de ir más rápido contaminando menos, de recorrer un camino paralelo que combine entretenimiento, autos de carreras y sostenibilidad.
El campeonato cuenta con 10 escuderías diferentes y un total de 20 pilotos, dos por equipo. Y la primera diferencia mayúscula con respecto a la Fórmula 1 radica ahí: cada uno de los pilotos tiene dos autos a su disposición, con un cambio obligatorio de coche en mitad de la carrera.
El motivo es muy simple: las baterías solo aguantan un máximo de 30 minutos y la carrera dura cerca de una hora (se prevén unos 50 minutos en el caso de Punta del Este). Por lo tanto, cada piloto hace una parada obligatoria, se baja de su primer auto, sale corriendo, se sube al segundo y debe esperar un tiempo mínimo para asegurarse de que está bien sujeto de forma segura dentro del coche.
Para los aficionados, sostenibilidad y velocidad no son enemigos. No en vano, los Fórmula E pasan de 0 a 100 km/h en menos de 3 segundos y alcanzan velocidades máximas de 225 km/h.
La Fórmula E nació hace unas semanas como un campeonato independiente y único. Los aficionados pueden pasear libremente por el paddock, ver los autos desmontados, cómo trabajan los ingenieros al aire libre e, incluso, hablar con los pilotos frente a frente.