Hasta hace 2 años, cuando se medían las selecciones de Argentina y Brasil, solían ser duelos de poder a poder. En el de anoche ambos lucharon por maquillar sus limitaciones. En ese tránsito, el empate 1-1 lució como el más justo, favorable para la ‘Verdeamarela’, que actuó en calidad de visitante.

El resultado pone al borde del abismo al entrenador Gerardo Martino, con el que la ‘Albiceleste’ ha sumado 2 puntos de 9 posibles, sin conocer aún la victoria. Pésima campaña para un equipo que en el mundial de 2014 fue finalista y comenzó la actual eliminatoria como el primero en el ranking de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA).   

Los más fervientes detractores del ‘Tata’ le acusan de incapaz, recordando su fracaso en el Barcelona de España durante la temporada 2013/2014, donde únicamente alcanzó la Supercopa de España a costillas del Atlético de Madrid. Y es que obtener el cetro de menor peso con el mejor elenco del mundo no se puede calificar como brillante.

La Argentina de Martino es un conjunto que va de más a menos; le sucedió con Ecuador en la primera fecha de las eliminatorias, el pasado 8 de octubre, cuando comenzó avasallador, pero se debilitó y el visitante lo superó 2-0. Anoche, otra vez de local, evidenció lo mismo, cuando superó en el primer tiempo a la Canarinha, pero decayó en el segundo. Los aciertos del cuadro ‘rioplatense’ se cuentan más en individualidades que en juego colectivo. Al estar prendidos Ángel Di María o Éver Banega, la oncena funciona, pero es cuestión de que ellos se cansen o se les apriete en la marca para que el plantel se descomponga.

Y eso fue lo que ocurrió ayer. En la mitad inicial, Argentina sometió a Brasil y el tanto que anotó supo a poco ante la cantidad de oportunidades que generó. Ese gol llegó a los 33 minutos tras una excelente combinación entre Di María, Gonzalo Higuaín y Ezequiel Lavezzi, quien terminó la acción en la red.

Hasta ese entonces, el visitante se vio bastante mal, sin capacidad para generar espacios de ataque y con su máxima estrella, Neymar, completamente apagado. Por fortuna, el portero Alisson acertó a salvar las desconcentraciones de sus zagueros: Dani Alves, Miranda, David Luiz y Filipe Luís.  

Y lo que no se solventó con fútbol, se compensó con la actitud guerrera de Marcos Rojo, Lucas Biglia y Javier Mascherano.

Pero en el segundo tiempo el dueño de casa se desinfló. Brasil se propuso mejorar y lo hizo. Mejoró en marca y, desde los 56 minutos, con el ingreso de Douglas Costa por Ricardo Oliveira elevó su nivel de ataque. Los resultados no demoraron. A los 58 minutos, luego de un cabezazo que Costa estrelló en el travesaño, Lucas Lima impactó de zurda y derrotó al meta Sergio Romero. Este gol trajo secuelas distintas en ambos combinados: mientras el ánimo de los brasileños salió a flote, el de los argentinos se hundió. Brasil sintió que podía dar la estocada, pero Neymar, Willian y Renato Augusto desperdiciaron las ocasiones que tuvieron.

Mas por amor propio, Argentina provocó leves intentos con Di María y Nicolás Otamendi, pero nada podía disimular el mal momento del equipo.

Tras escuchar el pitazo final del árbitro paraguayo Antonio Arias, los fanáticos argentinos pifiaron a su representativo y gritaron en contra de Martino, que totaliza 2 unidades, la primera por empatar con Paraguay 0-0. De su lado, Dunga, timonel de Brasil, toma un respiro y suma 4 puntos, tras ganar a Venezuela y perder con Chile. (I)