El marcador del Atahualpa también celebra las victorias de Ecuador
Los 800 focos del marcador electrónico del estadio Olímpico Atahualpa titilan sin cesar para anunciar el primer gol de Ecuador contra Chile, obra de Antonio Valencia. En una mezcla de éxtasis y calma, el joven operador, Wilson Portilla, celebra el tanto y a la vez digita en la computadora el apellido del jugador del Manchester United, que aparece de inmediato en el tablero de 10 metros de alto por 30 de ancho.
Desde una de las cabinas del escenario de El Batán se controla todo lo relacionado con el marcador húngaro de la empresa Elektroimpex, que en la actualidad continúa operando. Se instaló en 1985 y se mantiene hasta hoy, luego de superar algunos inconvenientes técnicos.
Pero para la jornada de eliminatorias del pasado jueves, el artefacto funcionó en toda su capacidad para informar las alineaciones en la previa del partido, la terna argentina que estuvo a cargo del encuentro y cada gol del combinado nacional.
Wilson Portilla y su hijo, del mismo nombre, suelen ser quienes se encargan de las imágenes en cada partido del campeonato nacional, Copa Libertadores o Eliminatorias al Mundial. Jorge Erazo, colombiano de nacimiento y radicado en Ecuador desde hace 15 años, diseñó varios gráficos que son proyectados de acuerdo con la resolución que la pantalla permite.
Así, mientras se escuchó el himno de Ecuador apareció el mapa del país junto con las primeras palabras de la canción patria. Y cuando sonó el del rival asomó la frase: ‘Bienvenidos, hermanos chilenos’. En todos estos años Erazo elaboró diversos gráficos para los equipos que actúan en el Atahualpa como locales.
La operación del aparato se ha modernizado en la medida de lo posible. Antes debían operarlo en un gran computador sobre disquetes de 8 pulgadas, hoy descontinuados. En 2001 se modernizó con la inclusión de un computador normal y la creación de un programa especial para un manejo idóneo. De esa forma se envían los datos que se teclean en la computadora hacia la pantalla.
A media hora del inicio del partido se instalan Portilla y Erazo en la cabina, una de las más grandes del escenario. Siempre les acompaña el sonido de la radio, donde siguen las incidencias del encuentro y corroboran quién marcó los goles.
Aunque con la selección es más sencillo, siempre están a la expectativa de no equivocarse en los apellidos de los goleadores. Más de una vez han cometido pequeñas fallas ortográficas, sobre todo con apellidos extranjeros. Pero el locutor de la radio ha sido su mejor corrector y de inmediato han cambiado lo publicado en el marcador.
Portilla aprendió de la mano de su padre a operar el programa de computación que transmite los datos al marcador. No tardó en encontrarle el gusto a la tarea y suele reemplazar a su progenitor en algunas ocasiones. Trata de estar siempre en los partidos de Liga de Quito, club del que es hincha y por esa razón ha colgado una bandera en la cabina.
Erazo junto a Fernando Vásquez y Fernando Parra rehabilitaron el marcador en 2001, justo en el año cuando se clasificó Ecuador al Mundial de Corea-Japón. La buena campaña que realizaba la ‘Tri’ en esa Eliminatoria provocó que los directivos de Concentración Deportiva de Pichincha se centraran en tener operativa la estructura electrónica.
Ahora, bajo la presidencia de Aníbal Fuentes, se maneja de la misma forma para tratar de que la pantalla continúe funcionando de la mejor manera. Erazo cuenta que el cambio de focos depende del uso y de que su principal enemigo, la lluvia, no los afecte.
Por ejemplo, las esquinas de la pantalla son las que menos uso tienen y sus focos pueden durar varios meses, pero los del centro, en constante encendido y apagado, se queman más rápido.
El tercer gol de Felipe Caicedo, que cerró la victoria sobre Chile, también selló el marcador electrónico, que no se movió más. Al final, como un actor silencioso, también celebró el triunfo de Ecuador y lo reflejó con frases de aliento. La última tarea de Erazo y Portilla fue apagar el artefacto, pero volverán cada domingo. (I)