La premura acompañó el primer día en Monteolivo
Rapidez para ingresar con la marcha del automotor acelerada y poca apertura para dar una declaración es lo que se vivió ayer en la entrada a la Casa de la Selección, donde se dieron cita 13 de los 23 convocados para el duelo por Eliminatorias Sudamericanas ante Paraguay el 26 de este mes en el Atahualpa.
La mañana fue soleada, por eso la mayoría de los convocados asistió con camiseta de manga corta, gafas y el habitual bolso con los implementos personales.
Una furgoneta blanca fue la primera en ingresar. Lo hizo a velocidad, sin detenerse para que las cámaras registren las imágenes. En el breve lapso que tomó la apertura de la puerta, apenas se pudo divisar el rostro de los jugadores de Barcelona y Emelec (Pedro Quiñónez, Juan Carlos Paredes, Gabriel Achilier, Marcos Caicedo y Frickson Erazo), quienes fueron recogidos en el aeropuerto de Tababela para acortar el tiempo de llegada.
Precisamente la lejanía de la nueva terminal aérea complicó el desplazamiento de los futbolistas, que desde su arribo a Quito (09:30) demoraron casi dos horas en llegar a la concentración en Monteolivo.
En la furgoneta, el único que no estuvo fue el golero Máximo Banguera, quien se presentó 30 minutos después en una camioneta junto al coordinador, Pedro Muñoz.
Antes de ello arribó el volante de Independiente del Valle, Henry León, quien como siempre lució una cadena de oro en su pecho, camiseta blanca y con total apertura respondió a todas las inquietudes. “Estoy muy motivado por este nuevo llamado que me obliga a cumplir cada vez un mejor trabajo y así ganarme un puesto en la selección titular”.
León destacó el grupo familiar que prima en el combinado patrio y reiteró que es una obligación mantener el desempeño como local para seguir en la ruta hacia una tercera clasificación mundialista. “Es nuestro compromiso lograr la totalidad de puntos como locales para poder seguir en la posición (segunda) en la que estamos”.
Posteriormente ingresó el utilero Richard Buitrón y tras de él una camioneta con las maletas llenas de la indumentaria que utilizarán los seleccionados en esta convocatoria.
Después, en taxi llegó el preparador de arqueros Pedro Zape y tras de él Darwin Cuero, el golero de la Sub-20 que por primera vez fue llamado para ser parte de la Selección absoluta.
Con sencillez y mucha apertura conversó sin reservas. Confesó que no ha hablado aún con el técnico Reinaldo Rueda, mas está deseoso de unirse al grupo y de ser al menos el segundo golero de la “Tri”. “Sé que con trabajo llegaré muy lejos. Al momento vivo grandes alegrías y espero aprovechar la oportunidad de aprender con la Selección mayor”.
Cuero fue conducido desde el entrenamiento de El Nacional hasta Monteolivo por el psicólogo del club, Patricio Cevallos. A la par y en taxi llegó Alexander Domínguez, quien para huir de los micrófonos ingresó por la puerta de salida.
La primera actividad que cumplieron los 13 convocados fue el chequeo médico-físico. El fisioterapista Sixto Puripoma estuvo a cargo de examinar la parte articular y muscular de cada uno de los citados. “De momento no tenemos ninguna novedad.
Esperamos la llegada de Antonio Valencia para hacerle un examen más minucioso, para evaluar su última lesión”, precisó.