El partido de anoche en  Lima le dejó a Ecuador saldos negativos. No solo por la derrota 1-0 ante Perú, sino también porque la selección no podrá contar con Christian Benítez en el partido de este martes contra Argentina, en el estadio olímpico Atahualpa,  por acumulación de tarjetas amarillas.   

A  esta  ausencia se suma  la lesión que sufre el goleador del equipo Felipe Caicedo, que jugó 26 minutos y  no  fue  el  peso ofensivo que necesitó la selección.           

Este compromiso confirmó además el mal momento por el que atraviesa la defensa ecuatoriana, responsable directa del gol que marcó Claudio Pizarro a los 11 minutos y que le sirvió a los peruanos para ganar el partido y sumar 14 puntos que lo ubican a dos unidades de Venezuela (16), que es quinto en la tabla de posiciones y hasta el momento está en zona de repechaje.

Para sostener la victoria de hoy y las posibilidades de llegar al Mundial, Perú deberá sumar puntos ante Colombia, en  Barranquilla.  

El resultado tiene también implicaciones históricas. Ecuador no pudo sostener anoche una “paternidad” de 36 años sobre Perú. Quizá los hinchas peruanos celebraron más aquella hazaña que las verdaderas implicaciones del resultado en la clasificación.  

El técnico de la “Tri”, el colombiano-hondureño  Reinaldo Rueda, deberá hacer correcciones urgentes  y para aquello tiene poco tiempo, pues tras la derrota resulta vital ganar el partido ante la “albiceleste”, considerando que Colombia y Chile se mantienen con opciones claras de lograr la clasificación.

Rueda sacó conclusiones inmediatamente después de que finalizó el compromiso. Habló de ansiedad a la hora de definir y de desconcentraciones defensivas. ¿Podrá corregir esas falencias en apenas cuatro días y mostrar una actitud distinta ante Argentina? El mismo Rueda dijo que sí es posible, pero eso se verá  en la cancha  este martes ante Lionel Messi y compañía.  

¿Hubo algún saldo positivo para la Ecuador? Quizá el buen nivel que mostró Renato Ibarra durante los 16 minutos que estuvo en la cancha. Jefferson  Montero, por su parte, fue el mismo jugador atrevido e incisivo en el ataque  que se ha observado en otros partidos.

De ahora en adelante no hay margen de error para la selección, menos aún si se toma en cuenta que le restan solo dos partidos como local (Argentina y Uruguay).

PESE AL FRÍO DE CUENCA, LA REMIGIO CRESPO SE PINTÓ DE “AMARILLO”

Los cuencanos- acompañados de una cerveza o un ‘canelazo’- siguieron las incidencias del compromiso. El gol peruano fue un “balde de agua” que enmudeció los bares.

En la Remigio Crespo se veían  aficionados portando banderas y camisetas que nunca dejaron de alentar. En la calle Larga los hinchas nunca cesaron en sus gritos de “Vamos Ecuador, si se puede”. Al finalizar el partido muchos se fueron con bronca, pero con ganas de que ya sea martes para enfrentar a Argentina.

EL BARRIO SICOA, EN AMBATO, SE LLENÓ DE BANDERAS Y PITOS

Ambato se encendió con el partido desde tempranas horas. En la Av. Cevallos, los carros se agolparon en las veredas para ver el cotejo en las pantallas de los bares. El barrio de Sicoa fue otro de los puntos donde más afluencia de aficionados hubo y en el que más desazón se percibió.

EL MUNICIPIO DE QUITO TRANSMITIÓ EN PANTALLA GIGANTE EL ENCUENTRO

Al sur de Quito, en el parqueadero de la Av. Maldonado, el Municipio de la ciudad instaló una pantalla gigante. Al sitio acudieron decenas de hinchas. Los Multicines también fueron abarrotados por el público, con el popular “gancho”: “Se permitía el ingreso de dos personas con un boleto”.

GUAYAQUILEÑOS DIERON LA ESPALDA AL ALCOHOL, PERO NO A LA TRICOLOR

En los bares del norte y centro de  Guayaquil, el hincha ecuatoriano se puso tan triste por el gol de Pizarro que dejaron atrás sus vasos de cerveza y se pusieron nerviosos. Esperaban el gol del empate -por lo menos- pero al final el tanto no llegó y fue en ese momento que se dieron vuelta para desahogar su lamento.