“Vivo en España desde agosto del año pasado, cuando fiché por el Real Oviedo. Al momento estoy en un apartamento que nos designó el club y lo comparto con dos compañeras del equipo, una paraguaya y una japonesa.

Estamos tranquilas. Sí es una situación que preocupa, pero no se puede controlar por ahora, después de lo que sucedió en China, Italia y acá en España. Estamos en casa y aplicamos todas las medidas de seguridad que nos han pedido.

Todos los días hablo con mi familia en Ecuador (Buena Fe). Están bien y tranquilos, cumpliendo con las medidas y se han quedado en casa; solo salen para lo necesario.

El equipo está muy pendiente de nosotras. Hablamos siempre con el entrenador y el preparador físico y sabemos lo que hay que hacer si tenemos los síntomas.

No tenemos un espacio amplio en el apartamento para entrenar, pero en nuestras habitaciones lo hacemos. El cuerpo técnico nos envió un trabajo adaptado para hacerlo en la casa y en nuestros dormitorios armamos el espacio.

En un día específico podemos hacer trabajo de brazos, saltos laterales, sentadillas con saltos, ejercicios más estáticos. El espacio no da para más.

Salimos lo mínimo, más cuando debemos ir al supermercado. La gente trata de cumplir, mantiene la distancia, los empleados piden eso. Hay que llevar mascarillas, no se saluda, no se habla mucho.

El jueves pasado fue mi cumpleaños (28) y lo viví un poco diferente. Una nunca se imagina vivir una situación así. Igual estoy agradecida por lo bueno, porque mi familia está bien, por cumplir un año más. Tengo compañeras con quien estar, no estoy sola y compartimos sueños. Más adelante se podrá celebrar.

Yo cocino mucho y cuando es mi cumpleaños me gusta comer verde. Me di el gusto de hacer un tigrillo. En la noche mis compañeras compraron un pastel, unas velas y una pizza.

Antes de que se paralice el torneo venía bien. Me costó adaptarme, pero lo conseguí y estaba como titular. Espero que cuando todo se reinicie pueda mantenerme. Mi contrato es hasta mayo, pero habrá que ver qué sucede con la Liga.

En lo personal me ha costado adaptarme a la comida. En Colombia y Brasil (donde también jugó) fue más sencillo, porque es similar a la comida de Ecuador. Por esa razón cocino mucho en el apartamento.

Hay que confiar en que las cosas mejoren. Por ahora hay que cumplir las medidas que se imponen, pensando en que esto terminará pronto”. (I)