Trinidad y Tobago se encuentra desde el jueves pasado en la Ciudad de México, que se ubica a 2.200 metros sobre el nivel del mar (msnm), en un campamento de entrenamiento para aclimatarse a la altura de Quito antes del juego de este sábado en el estadio Olímpico Atahualpa.

“Hemos tenido una buena experiencia hasta el momento”, comentó Jasmine Sampson (foto), de 20 años, luego de una práctica en México DF.        

Su presencia en las selecciones del país caribeño no es nueva. Ya integró el equipo sub-17 que disputó en 2010 el Campeonato del Mundo de la categoría que se jugó justamente en Trinidad y Tobago. “Estoy contenta de regresar al combinado nacional. Conocer y jugar junto a chicas de las que he oído tanto, es muy emocionante”, reveló.  

La futbolista, quien es hija del exseleccionado juvenil trinitario, Iván Sampson, consideró positiva la decisión del entrenador estadounidense Randy Waldrum de practicar por una semana en México antes de viajar mañana a la capital ecuatoriana.

A criterio de la estudiante de Relaciones Públicas y Comunicación Corporativa en la Universidad de Radford en Estados Unidos, Waldrum conformó un grupo sólido. “Estoy orgullosa de este plantel. Creo que si continuamos con el trabajo fuerte, nos irá bien en el repechaje y llegaremos al Mundial”, manifestó.

Ese espíritu se refleja en el resto de sus compañeras. “Nos hemos adaptado muy bien a la altura y las prácticas han sido provechosas”, afirmó la capitana de las ‘Princesas del Soca’, Maylee Attin-Johnson.  

La directora deportiva de Trinidad y Tobago, Vernetta Flanders, destacó la predisposición de todas las seleccionadas. “Están motivadas y las veo concentradas en la tarea que tienen por delante”, dijo.

El sorteo del Mundial será el 6 de diciembre en Ottawa, Canadá.