Terminó la participación de Ecuador en Brasil 2014 y la selección nacional fue la única eliminada de las de Sudamérica en la fase de grupos. En la evaluación futbolística, el combinado ecuatoriano no logró un buen desempeño, en general, un bajo rendimiento. Para destacar, la producción de Énner Valencia en los 2 primeros partidos, la buena actuación de Domínguez en el último encuentro. También algunas conclusiones: quedó demostrado que los Paredes, Guagua, Erazo y Ayoví son los indiscutidos titulares hasta que aparezcan algunos que los superen.

El medio campo, con aceptable rendimiento de Noboa y Minda. Y allí se terminan los nombres de los que cumplieron aceptables partidos.

Es necesario puntualizar la decepcionante actuación de algunos considerados referentes, como Antonio Valencia, Felipe Caicedo, Jefferson Montero, Joao Rojas, por nombrar algunos.

CONCLUSIONES

Estaba dentro de lo previsto esta eliminación, aunque un amplio sector de la opinión se ilusionaba y aupaba una gran participación.

En el fútbol no basta con aquellas frases que escuchamos a diario “energías positivas”, “que Dios nos ayude”, “la familia de la selección”, “todo el país junto a la ‘Tri’” y algunas otras; tampoco aquella corriente de la prensa deportiva de demostrar apoyo a la selección.

El rol de la prensa es evaluar, analizar, sacar conclusiones de manera objetiva e imparcial, no es el de transformarse en jefes de barra del combinado nacional.

FUTURO

El cambiar el panorama de decepción no pasa por insultar a los jugadores, pedir la salida del entrenador o exigir cambios en la dirigencia de la FEF, debe pasar por una correcta planificación, que debe comenzar por el quehacer de la dirigencia en todos sus ámbitos, reglamentar correctamente los torneos nacionales, sin cambios anuales; ser estrictos en exigir el cumplimiento de lo estipulado para con los clubes, sin concesiones o miramientos.

Es hora ya de comenzar a trabajar. Por suerte hay un reto inmediato para planificar: la próxima Copa América, y es allí donde se deberá demostrar que se puede aprender una lección de este fracaso.