¿Qué más se puede decir al respecto del talento de Sebastián Vettel, luego de conseguir una victoria más  en esta temporada de F1, la décima de 16 posibles,  en el Gran premio de Corea del Sur,  disputado el domingo pasado: igualando así  las 20 victorias del gran Mika Hakkinen?

Una vez más tuvimos una carrera muy animada, llena de emociones del 2do. puesto para atrás, porque una vez más el ganador fue el de casi siempre: Vettel. Si bien no logró la “pole position”, la primera que se le escapa a Red Bull y la tercera que cede  Vettel en este año - las otras se las arrebató Lewis Hamilton-, al joven bicampeón apenas le tomó 3 curvas luego del arranque, para “poner la casa en orden” al pasar con absoluta autoridad al piloto de McLaren, que poco o nada pudo hacer para resistirse ante la superioridad de Sebastian y su Red Bull.

A  partir de ese punto Vettel dominó el Gran Premio sin mayores  contratiempos de principio a fin, dejando más bien a Hamilton “lideando” con Mark Webber por la 2da. posición, en una batalla realmente sensacional, literalmente “rueda a rueda” en algunos momentos, que duró hasta el “banderazo a cuadros” con Hamilton logrando retener esa 2da. ubicación “in extremis”, pero que seguramente solo le supo a consuelo, pues en su interior seguramente se seguirá preguntando hasta el día de hoy ¿por qué razón no pudo hacer lo mismo con Vettel en la primera vuelta, pues Sebastian y Webber  manejan el mismo auto? Simplemente, porque la diferencia finalmente la marca el piloto.

Y es increíble que todavía haya gente, periodistas,  algunos de ellos que se dicen ser especializados, pero que en realidad no lo son, porque nunca han estado detrás del volante de un auto de carreras y menos de un monoplaza, que siguen dudando y cuestionando  las capacidades y el talento de Vettel.

Es cierto que debido a la enorme ayuda electrónica que hoy en día tiene un piloto de F1 a su alcance -pese a que hay muchas otras que están restringidas como el control de tracción o  el ABS, por ejemplo-, la importancia de la habilidad  del piloto es quizás de solo un 20% en relación a la calidad del auto que tiene entre manos, a lo cual se le atribuye  un 80%, si no es más.

Sin embargo, al final, cuando se trata de pelear por una o dos décimas de segundo, cuando se levanta o no  durante una milésima  el pie del acelerador al abordar una curva a 280 km/h, o cuando se decide  frenar otra milésima de segundo más tarde, para pasar a un rival en una frenada al límite y sin perder el control del auto;  la diferencia sin duda que la marca el piloto y no el auto. En ese punto actualmente Sebastian es el mejor y cuando se tiene al mejor piloto conduciendo el mejor auto se trata de una fórmula prácticamente imposible de vencer.

Indudablemente también que este “cuento de hadas” para  Vettel algún momento cambiará de rumbo, en el automovilismo como en la vida, todo es cíclico y, tarde o temprano, a Sebastian  le tocará vivir el “otro lado del mundo”, días difíciles con un auto ya no tan competitivo, por lo tanto sus victorias ya no se darán tan a menudo y le tocará trabajar aún más duro.

Sin embargo, a mí  no me queda la menor duda de que estamos frente a un gran campeón, que pasará a la historia como uno de los mejores pilotos  de todos los tiempos, tenga o no siempre entre manos un auto ganador… Y hablando de autos ganadores, así como tuvimos la era de McLaren, la era Williams, luego otra vez la de McLaren, a continuación la de Ferrari, que no había ganado un título mundial en  21 años para luego obtener 5 seguidos  con Michael Schumacher, actualmente es la era de Red Bull, que el domingo consiguió también su bicampeonato a nivel de constructores.

El 1er. puesto de Vettel y el 3ro. de Webber hizo que a tres carreras del final de temporada la escudería de las  bebidas  energéticas ratifique que en la Fórmula 1 es el equipo a vencer. Si bien es cierto que dentro  de la escudería hay figuras clave como el ingeniero diseñador Adrian Newey, es también un excelente y sincronizado  trabajo en equipo lo que marca la diferencia, tanto así que el domingo en Corea del Sur, por primera vez, tuvimos a los 4 autos, los 2  Red Bull y los 2 Toro Rosso, que pertenecen a un mismo dueño en los puntos, y esto no es obra de la casualidad.

Para finalizar,  un pensamiento para Dan Wheldon, el ganador en las ultimas 500 millas  de Indianapolis, así como también en el 2005, que el domingo perdió la vida en el GP de las Vegas en la Fórmula Indy,  tras un horrible accidente que involucró ¡a 15 autos! Un accidente de esos que solo se dan en los peligrosos óvalos norteamericanos. Paz en su tumba…