Dinamarca derrotó a Portugal (2-1) con más solvencia de lo que indica el marcador, se clasificó a la Eurocopa 2012 y mandó al equipo lusitano a la repesca, ya que Suecia se impuso a Holanda (3-2) y logró el pase directo como segunda  mejor selección.

Portugal, que venía de 5 triunfos seguidos y solo necesitaba un empate, se vio claramente superado y nunca pareció amenazar a Dinamarca. Salió contemplativo, pensando quizás en que tenía el pase en el bolsillo. Pero el partido se le complicó  pronto y no supo reaccionar. A Cristiano Ronaldo casi ni se lo vio.

El jugador del Real Madrid hizo un partido discreto. Sin demasiados espacios, se enredó en sus regates y su habitual colección de aspavientos, reclamando faltas inexistentes.

Empezó por la derecha, pero allí se topó con Silberbauer, esforzado lateral reconvertido del Young Boys suizo que selló su banda. Pero tampoco por la derecha ni por el centro dejó muchos detalles, salvo un tiro a la media vuelta y el golazo de falta en el descuento. Brillante, pero tarde.

Fue más el conjunto danés en la primera parte, por juego y por actitud. Gracias a su superioridad, robó y supo combinar con acierto, con el joven Eriksen como motor creativo.

A los cuatro minutos, una falta lateral sacada por el jugador del Ajax la remató a bocajarro Kjær; Rui Patricio la salvó como pudo, y en el posterior tumulto, Silberbauer marcó, pero el árbitro anuló el tanto por una supuesta falta al arquero.

La jugada fue un anticipo de los problemas de Portugal en las jugadas de estrategia y una muestra de su pasividad en defensa. Como la de Pereira, que dejó a Krohn-Dehli lanzar un remate que tras rebotar en la cabeza de Rolando acabó en gol.

A la visita le faltó seguridad atrás -donde como contra Islandia se notaron las bajas de Coentrâo y  Pepe-, juego en el medio y definición en ataque. Paulo Bento quiso jugar a la contra, pero los daneses no  descuidaron su marca y  le cerraron las vías a Nani y a Cristiano.

Los daneses, con Rommedahl y Krohn-Dehli desbordando, tuvieron alguna ocasión más antes del descanso, pero no hubo acierto. Tampoco al inicio de la segunda parte, cuando Bendtner, lento, desperdició un gran pase de Krohn-Dehli, que lo dejó solo ante el portero. No remató.

No parecía el mejor inicio posible para Portugal, que de paso recibía malas noticias de Estocolmo, donde Suecia remontaba a Holanda. Obligados por el resultado, los portugueses se echaron hacia arriba y al menos pusieron ganas.

En una de sus escasas buenas combinaciones, una internada de Nani acabó con un tiro de Martins que atrapó Sorensen. Pero Dinamarca seguía teniendo el partido donde quería y no perdonó a la siguiente ocasión, nacida de una pérdida de Cristiano. Eriksen filtró un pase  a la espalda de Pereira, Rommedahl entró en el área y su pase atrás lo remató a gol Bendtner.

Bento movió piezas y se la jugó con Veloso y Quaresma para quedarse con solo tres defensas, pero sin que se notara demasiado, pese a que Dinamarca también tenía bajas sensibles en la zaga.

En realidad fueron los daneses los que perdonaron la goleada, y acabaron convirtiendo en héroe al golero Rui Patricio, que salvó a una Portugal que dio una imagen muy pobre al final.