DÍAZ y MINA se escriben con mayúsculas
Hay cotejos que marcan momentos. Otros confirman sensaciones y consolidan sueños. Hay partidos como esos y hay partidos como el de ayer en el estadio Monumental.
La goleada 5-0 que Barcelona le propinó ayer a Emelec debe tener los apellidos de Narciso Mina y Damián Díaz escritos con mayúsculas. Sí, se trata de una alteración de las normas ortográficas, pero no hay otra manera de escribirlos que no sea así. Cada uno marcó dos tantos y Michael Arroyo anotó uno, desde el punto penal.
En el lenguaje cibernético escribir con letras mayúsculas significa gritas. Entonces los cerca de 45.000 hinchas amarillos que estuvieron ayer en el estadio reafirmaron que fue la tarde de Díaz y Mina. El primero lleva 6 goles en la temporada y el segundo acumula 24.
Sus apellidos se gritaron fuera y dentro de la cancha. Desde los balcones y desde los autos. Desde las ventanas de los buses urbanos. Se replicaron en cada esquina. Lo gritaron sus compañeros en la banca de suplentes. Lo gritaron el técnico Gustavo Costas, sus asistentes y, con mucho sufrimiento, los hinchas y jugadores emelecistas.
Barcelona goleó ayer, por primera vez en su historia, 5-0 a un irreconocible Emelec. Gracias a este triunfo, los amarillos recuperaron el primer lugar que perdieron, el fin de semana pasado, ante Técnico Universitario, en Ambato.
Los “toreros” acumulan 28 puntos. La mayor goleada que el “Ídolo” registraba en los Clásicos del Astillero era la del 3 de enero de 1991 por un marcador 4-2.
El partido empezó parejo, pero la expulsión del argentino Marcos Mondaini marcó un punto de inflexión. Tras la salida del delantero por agredir a José Luis Perlaza, los “toreros” tomaron el control del compromiso.
El volante de los “eléctricos”, Enner Valencia fue el primero en poner en riesgo el arco defendido por Máximo Banguera. Lo hizo al primer minuto con un disparo de media distancia que hizo estirarse al golero “canario”. Este dejó un rebote, pero el peruano Renzo Revoredo estuvo atento para rechazar el balón.
Barcelona intentó llegar con pases largos de Díaz y Matías Oyola, que no encontraron destinatario, ya que el zaguero Cristian Nasuti marcó a presión al “Bello” Mina.
Emelec tuvo la opción más clara para ponerse en ventaja en el marcador a los 4 minutos. Pedro Quiñónez envió un centro al área que el defensa Gabriel Achilier rechazó, pero lo hizo sin fuerza y sin dirección. A los 20 minutos el “Ballet” se quedó con 10 jugadores. Mondaini cayó en la provocación de José Luis Perlaza, este respondió con un golpe que vio el árbitro Omar Ponce, que no dudó en expulsarlo.
A partir de ese momento, el “Ídolo” mejoró en ofensiva y más con el ingreso de Hólger Matamoros, que sustituyó al colombiano José Amaya. El técnico Gustavo Costas apostó por la velocidad del ex Deportivo Cuenca, ya que el “cafetero” se mostró lento en el medio campo.
El “Kitu” Díaz abrió la ruta de la goleada a los 38’, cuando recibió un pase por izquierda de Arroyo, que se deshizo de la marca de Wilson Morante e ingresó con potencia para dar el balón al argentino que, de primera, remató y su tiro impactó en el vertical zurdo defendido por Cristian Arana. Ese gol generó el delirio de los hinchas “canarios”.
El “10” del “Ídolo” volvió a festejar al estilo “perrito”, gateando en el piso y levantando la pierna; también señaló hacia una suite donde se encontraba su hermano Emiliano y su mascota canina: “Tuki”.
Con el dominio del esférico y más ímpetu de buscar el arco rival, Mina aumentó el marcador. El atacante de los “toreros” anticipó a Nasuti, adelantó el balón y suave el balón.
Para el segundo período, los estrategas no movieron sus piezas. A los 47’ Mina anticipó a Nasuti y definió, con frialdad. “Gambetita”, como lo llaman a Arroyo, y nuevamente Díaz sellaron la goleada.