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El Telégrafo

Ya clasificados a cuartos, ‘aztecas’ y ‘llaneros’ definirán la punta

México-Venezuela, duelo de invictos en el grupo C

Los metas de México, Guillermo Ochoa y Jesús Corona, y el DT de Venezuela, Rafael Dudamel (de negro).
Los metas de México, Guillermo Ochoa y Jesús Corona, y el DT de Venezuela, Rafael Dudamel (de negro).
Foto: AFP
13 de junio de 2016 - 00:00 - Agencias AFP

Houston.-

La columna vertebral de la selección de México, candidata al título de la Copa América Centenario, ha madurado en el fútbol europeo. Y como símbolo de esa formación destacan Rafael Márquez, baluarte en el Barça de Rijkaard y Guardiola, y ‘Chicharito’ Hernández, que encontró su lugar en el Bayer Leverkusen.

Todo ese desarrollo que adquirieron en ligas más competitivas tiene su reflejo en el torneo de la Conmebol, donde el ‘Tri’ alcanzó los cuartos de final y luchará hoy con Venezuela por el primer lugar del Grupo C, en el que Uruguay y Jamaica fueron eliminados.

Márquez, a sus 37 años, es el cimiento principal del combinado que dirige el colombiano Juan Carlos Osorio desde octubre de 2015. En la estructura táctica 4-3-3 que utiliza el entrenador cafetero, el ‘Káiser de Michoacán’ volvió a evolucionar como volante central después de varios años como defensor con otros seleccionadores.

Esa posición no le es indiferente porque en el Barcelona de Rijkaard y Guardiola jugó como mediocampista y aprendió el oficio de la construcción del juego desde el fondo, aportando equilibrio a un equipo que ganó todo en España y Europa con esos técnicos. “Su carrera ha sido extraordinaria y su jerarquía y experiencia es vital dentro de este grupo joven”, considera Osorio.

Al lado de Márquez el costado izquierdo le pertenece a Andrés Guardado. Formado en el Atlas como ‘Rafa’, el ‘Principito’ saltó a Europa con 21 años al Deportivo La Coruña y, luego de 5 temporadas, se fue al Valencia. Su paso de 2 temporadas por el equipo ‘che’ fue irregular, en buena medida porque el club no encontraba el norte y estuvo al vaivén de varios técnicos siendo utilizado como lateral izquierdo, una posición que sentía poco.

Guardado recaló en el Bayer Leverkusen, en 2014, donde no se adaptó y volvió a ser marcador de punta. Tras su buena actuación en el Mundial de 2014 apareció el PSV Eindhoven, donde se ganó el cariño de los aficionados, la confianza del DT Phillip Cocu y en 2 campañas suma 2 títulos ligueros.

Guardado no está solo en el PSV: el líbero Héctor Moreno arribó la pasada temporada procedente del Espanyol, donde jugó por 4 años. A Moreno no le es indiferente el fútbol holandés, porque fue su primer destino europeo al salir de Pumas  en diciembre de 2007, llegando al AZ Alkmaar, con el que estuvo 4 temporadas y ganó un título de liga.

Finalmente está Javier ‘Chicharito’ Hernández, quien a casi 10 años de su debut con el Guadalajara, ha marcado 123 goles jugando para las Chivas, Manchester United,  Real Madrid y el Bayer Leverkusen, 26 de los cuales los firmó en esta temporada, la primera en la Bundesliga (17 en liga, 4 en Copa y 5 en Liga de Campeones de Europa). Es el máximo astro mexicano y está a un gol de alcanzar la marca de 46 tantos de Jared Borgetti como mayor goleador en la historia del ‘Tri’.

Dudamel profesa la unidad

Su carisma, discurso y las millas sumadas defendiendo el arco de Venezuela allanaron el camino para que el exmeta Rafael Dudamel se sentara en un banquillo caliente al que todos huían. Las puertas de la selección se le abrieron cuando Noel Sanvicente dijo “no más”. Era un “no más” a un equipo dividido, que enfrentaba problemas dentro y fuera de la cancha.

Con la Copa América Centenario como primer obstáculo, Dudamel se rodeó con los mejores hombres para hacerle frente a rivales superiores como México y Uruguay, líderes en sus respectivas clasificatorias al Mundial-2018.

Aparecieron entonces Salomón Rondón (West Bromwich), Josef Martínez (Torino), Alejandro Guerra (Atlético Nacional), Luis Manuel Seijas (Independiente Santa Fe), Tomás Rincón (Génova), Oswaldo Vizcarrondo (Nantes), José Manuel Velázquez (Málaga), etc.

El técnico puede sentirse tranquilo porque su equipo ya logró igualar la campaña de la Copa América 2007, de la que Venezuela fue anfitrión, alcanzando los cuartos de final. El reto ahora es “igualar o superar lo hecho en la Copa América-2011”, en Argentina, donde Venezuela alcanzó las semifinales y terminó en el cuarto lugar. (I)

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