Entrenan junto a una campeona mundial, pero para ellos, ante todo,  Glenda Morejón es su amiga y compañera en la escuela de atletismo Tarquino Jaramillo.  

- Ella se llama Kímberly, como el papel higiénico, Kimberly Clark.

- Oye, no me digas así.

Glenda bromea con Kímberly Revelo, una de los 6 jóvenes marchistas que asisten a la práctica matinal en el parque Ciudad Blanca de Ibarra. “Vamos muchachos, ya calentaron; los marchistas hagan un recorrido de ida y vuelta. Tú, Alexa, realiza unos piques”, ordena el entrenador Giovan Delgado, director y fundador de la entidad imbabureña. 

En el adiestrador ha desaparecido por completo el acento costeño. Se mudó hace 35 años a Ibarra desde Guayaquil debido a que a su madre, la enfermera Lilian Sánchez (actualmente de 76 años), le salió un empleo en el hospital de Ibarra.

Giovan, de 12 años en ese entonces, terminó la primaria en la escuela Rafael Larrea y luego siguió los estudios secundarios en el colegio Víctor Manuel Guzmán.  

Docente en cultura física, graduado en el Universidad Católica de Ibarra, Giovan cuenta que en la carrera no lo instruyeron sobre marcha olímpica, pero aprendió leyendo libros, investigando en internet y preguntando a otros entrenadores, entre ellos los hermanos John y Milton Antamba (Pichincha), Luis Gonzales de Loja, etc.  

La escuela de atletismo la creó en 2000 y la bautizó en honor al expresidente de la Unión Nacional de Educadores en Imbabura, Tarquino Jaramillo (+), quien fue un idealista e impulsor del deporte en la niñez y juventud. En su mayoría, los 25 niños o jóvenes que se aleccionan con él provienen de hogares pobres y se gestaron en las competencias barriales. “Así comenzó Glenda, a los 7 años, pasó primero por las disciplinas de fondo y desde los 13 años incursiona en la marcha”. 

La campeona global sonríe, se ha recuperado de la contractura muscular en su pierna derecha y ayer retomó los ensayos, después del apoteósico recibimiento que tuvo el miércoles pasado en Ibarra, su ciudad natal. Un ofrecimiento de zapatillas por parte de una marca nacional y una beca completa en la universidad Yachay fueron los premios más importantes que recibió Morejón, campeona mundial sub-18 de los 5.000 metros marcha, durante un reconocimiento del Gobierno Provincial de Imbabura.

La deportista se siente agradecida con Giovan y su academia, donde siente haber encontrado lo que, hasta hoy, es uno de los puntales de su existencia.

Giovan, de 47 años, el cuarto de los 6 hijos que procrearon Lilian Sánchez y Moisés Delgado (85 años), es ahora uno de los precursores del nuevo semillero de marcha del país, que sigue los pasos de la del Austro, afincada en Cuenca y que es conducida por los hermanos Luis y Juan Chocho, quienes han impulsado a varios de los mejores exponentes locales, entre ellos el único campeón olímpico ecuatoriano: Jefferson Pérez.

El propósito de Delgado es descubrir nuevos talentos y llevarlos a figurar en olimpiadas y mundiales.  “No solo hay clasificar, hay que ser ambiciosos. Debemos pelear por ser campeones”, les recuerda a sus aprendices. Por ahora los de mayor proyección son Leslie Montesdeoca (13 años), Nuria Puetate (13 años), Diana Torres (14 años), Kímberly Revelo (17 años) y Andrey Carrilo (16 años). Como velocista se suma Alexa Barahona (12 años).

Entre tanto, el Ministerio del Deporte anunció ayer que Morejón y Frixon Chila, quien ganó medalla de plata en salto triple en el mundial de Kenia, ingresaron en el Plan de Alto Rendimiento.

Según los parámetros de la comisión técnica, Morejón y Chila cobrarían un salario mensual de $ 300 y $ 240, respectivamente.

Con la inclusión de ambos deportistas, aumentan a 245 atletas convencionales que pertenecen al Plan de Alto Rendimiento 2017. (I)