Un canto patriótico-migratorio
“Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes”. Isaac Newton
El escritor y poeta nicaragüense Fabio Mendoza Obando me ha concedido el honor de escribir el prólogo de su poemario: Huellas perpetuas de inmigrante. Con mucho gusto lo comparto; este contenido ha sido inspirado en todos los inmigrantes del mundo y es dedicado para todos los que han sido inmigrantes, somos inmigrantes y para los que serán inmigrantes.
El éxodo de la humanidad siempre ha existido y para siempre existirá. Emigra el negro, el blanco, el joven, el adulto, el hombre, la mujer, el religioso, el político, el ateo, el campesino, el artista y el intelectual, sin importar desde qué punto cardinal se esté.
Todo ser humano sobre la faz de la tierra puede verse obligado, por innumerables razones, a emigrar en el momento menos esperado de su vida.
Las personas que emigran pueden convertirse para su familia en héroes y absolutos emprendedores, pues la decisión de salir de su patria, nada fácil para el que se va, puede provocar admiración y valentía en otros. Viajar al extranjero sin saber cuándo se retornará produce un sinnúmero de emociones encontradas; pero la nostalgia y la melancolía son las que más pesan a quien tiene que vivir lejos de la tierra que lo vio nacer.
Huellas perpetuas de un inmigrante es un poemario del escritor y poeta nicaragüense Fabio Mendoza Obando, radicado en Costa Rica. Desde su lugar como emigrante, entre lágrimas y pesadumbre, ha escrito un libro inspirado en la migración: tema histórico, muy sensible y hoy más que nunca actual.
En estos versos de profundo acento patriótico-migratorio, el poeta narra la remembranza que se siente cuando se ha tomado la difícil decisión de viajar a otro país. Su cántico poético representa un himno universal para la comunidad migrante internacional, pero especialmente es un canto para los nicaragüenses que radicamos en Costa Rica.
Estos poemas han sido escritos, desde lo vivido, para el inmigrante universal. Los migrantes somos seres mortales con sentimientos, que luchamos todos los días con ímpetu por lograr nuestros sueños lo más temprano posible.
De estas composiciones todos aprenderemos; los inmigrantes aprendemos a no olvidarnos de nuestra cultura, tradiciones, gastronomía y símbolos patrios.
Los nacionales aprenderán a no menospreciar al extranjero, nunca desprecies a nadie, sea quien sea, sea de donde sea y sea como sea, porque no sabrás si mañana tú o tus descendientes estarán sufriendo en un país lejano.
Es fundamental que aprendamos a convivir y compartir cultura y arte entre todos. Sin duda, Estados Unidos de Norteamérica, considerada la máxima potencia del mundo, es, gracias a los inmigrantes de todo el planeta, una nación tan poderosa.
Cada uno de estos poemas trasmite el contenido que la mayoría de los nicaragüenses hemos vivido desde el momento en que decidimos dejar nuestro precioso país para viajar al sur.
Todos los inmigrantes nos sentiremos identificados e inclusive habrá lectores expatriados que dirán lo siguiente: “en este libro, el poeta ha descrito lo que yo he vivido desde el momento en que me convertí en errante y nómada”.
La gran mayoría de los que hemos viajado al extranjero para establecernos en otra nación, no lo hemos hecho por gusto, sino porque hemos deseado salir adelante, aunque nos duela en el alma dejar indefinidamente a nuestra familia.
Sabemos perfectamente el riesgo que implica vivir en un país donde todo es diferente al nuestro. Cito unos versos del poema titulado, Nicaragua, en los que el autor manifiesta que nunca olvidará su patria y que su amor por ella estará presente en cada palpitación de su corazón:
… te recordaré
bajo el frío de otro cielo.
¿A quién está dirigido el mensaje de esta obra?
Está dirigido a toda la ciudadanía, incluyendo a los líderes políticos, causantes principales de que cada vez sean más los que abandonen su tierra natal. Asimismo, está dirigido a los habitantes que manifiestan xenofobia, es decir, odio y prejuicios contra los extranjeros, tanto en la cotidianidad como en las redes cibernéticas. En el bellísimo poema titulado Para siempre, el poeta nos invita a unirnos sin importar nacionalidad, y cito:
celebremos
que somos dueños del mismo sueño
de fecundo espíritu fraterno y vigores despiertos.
El contenido de este libro se caracteriza por su elevado patriotismo, para mí de lo mejor que se ha escrito en poesía de esta temática. Muchos inmigrantes a veces “olvidan” el nombre de su país. Insto, igual que el poeta a que nunca, pero nunca, por muy lejos que se esté del terruño, debemos olvidarnos de nuestra patria. Siempre debemos sentirnos dignamente orgullosos de donde hemos nacido. Para quien niega la patria, también hay poemas dedicados en este libro. Comparto un fragmento del poema Cuando se niega la Patria:
Niegas
la Patria
estás dejando de existir.
Niegas
la Patria
estás quitando el azul del Cielo.
Unamos fuerzas, conocimientos e ideas y todos seremos exitosos como ciudadanos humanistas. Seamos partícipes de la unión, empecemos por respetarnos y valorarnos.
De los líderes políticos falsos e ineptos, no esperemos resultados positivos para el desarrollo de la Patria, ellos son la mala semilla, los que han propiciado la división entre nosotros.
Estos versos, sin duda, te ayudarán a reflexionar y a valorar más a las personas, seas nacional o extranjero. Recuerda que eres mortal, con incontables virtudes y defectos, con tus encantos, pero también desencantos.
Estás invitado a adentrarte a esta poesía de consciencia. Deja que las huellas perpetuas de este inmigrante inunden tu corazón y tómate el tiempo para meditar en esta temática.