El Teatro Sánchez Aguilar presenta Carmen de Mérimée
Desde que Carmen, de Prosper Mérimée, se hizo ópera es uno de los grandes espectáculos del mundo escénico. Ayer se estrenó en el Teatro Sánchez Aguilar con una propuesta de la compañía de danza española De Sangre y Raza, con un elenco de 14 bailarines y una cantaora en vivo. La consigna ha sido presentar el flamenco, patrimonio de la humanidad, de una manera universal.
“Creo que el mensaje de nuestra Carmen es un mensaje casi feminista. Nuestra Carmen lucha por sobrevivir en un mundo de hombres, en un país y en un tiempo que trataba a las mujeres como posesiones de sus esposos. Una mujer por sí sola no encajaba en la sociedad, y menos aún una mujer gitana, pues su etnia no se consideraba humana...”, dijo en una entrevista con este diario Juan Manuel Prieto, director y coreógrafo de esta obra que presentará hoy su última función, a partir de las 20:30.
“Carmen forja su propio destino, tomando sus decisiones y afrontándolas a pesar de la sociedad que trata de oprimirla”, agrega Prieto.
Para la cantora María Guyabo, uno de los retos de esta pieza era tanto la voz del personaje como sus posibilidades de vinculación con el público. Comenta que en los ensayos fue igual de importante la coreografía como conseguir entrar en la piel del personaje.
De allí que en el proceso de montaje haya sido fundamental trabajar ejercicios para conseguir que los sentimientos y las emociones afloraran y guardar esa sensación para luego ponerla en el baile. De esta forma conseguíamos que el personaje de Carmen fuera totalmente real y desde el alma”, dice Guyabo.
Para la cantora, trasladar esta pieza del costumbrismo español a un escenario latinoamericano significa llevar lo que más les gusta por todo el mundo, pensando que es lo más bonito que puede haber: hacer lo que se ama en otro país. “Me gustaría destacar que el flamenco es patrimonio de la humanidad y, por tanto, nos pertenece a todos”.
La obra que presenta esta compañía española trabaja con temas del compositor español Daniel Yagüe, que se suman a las piezas de Georges Bizet. (I)