Tamar Guimarães y su tejido que habla
La artista fue invitada por los curadores Pablo Lafuente, Manuela Moscoso y Manuela Ribadeneira, quienes son los encargados del proyecto y han logrado aglutinar en este espacio las obras de cinco artistas nacionales y extranjeros.
Se trata de una tela de 20 metros de largo por 70 centímetros, donde está impresa una parte de largas horas de conversación entre la artista y Lafuente. Guimarães quiso dejar registro de sus disquisiciones sobre cómo aproximarse a las piezas de este museo y lo que podemos saber de estas, a la luz de la distancia espacial y cultural en que fueron concebidas por el hombre.
Una tercera voz que también interactúa en estas ondas sonoras tejidas es el hongo de una planta medicinal. Este elemento es tomado a partir de la cosmovisión de distintas comunidades originarias de que estas plantas tienen una voz propia y ello motivó a Guimarães a sumar este elemento a su diálogo.
La obra, cuya ejecución estuvo a cargo de un estudio de tejeduría Dash+Miler, consiste en una composición gráfica, donde los hilos y sus colores (negro, rosa y dorado) varían según la intensidad de los sonidos de la conversación. El grosor en el tejido también está en dependencia de la onda registrada.
Otros elementos que sustentan el concepto de la artista en su instalación son diversas estructuras geométricas, desde donde un individuo puede dialogar o cuestionarse la obra a partir de su posición física con respecto a la figura y al tejido.
"El planteamiento de Tamar tiene que ver mucho con la intraducibilidad en los lenguajes del arte", asegura Saraluhé Acevedo, asistente de Investigación de este centro cultural.
La especialista resalta que Guimarães haya utilizado el material textil, ya que este ha sido excluido por la historia del arte y el arte clásico, pese a la tradición que ha tenido en los pueblos.
En su opinión, al ser un material fácil de biodegradarse hace que no pueda ser tomado en cuenta por la conservación arqueológica en toda su magnitud. Ello responde, en su consideración, a que no se evidencia como la cerámica o la piedra, por ejemplo, aun cuando quedan los patrones de los tejidos grabados en la tierra y en los huesos.
En El tejido hablado la artista cambia de lenguaje “sin abandonar sus intereses y metodologías”, dice, por su parte, Lucía Durán, investigadora y catedrática, en el dosier de la presentación.
Durán señala que la artista brasileña “propone expandir los límites de lo representable, de lo decible, de lo audible, e incluso de lo traducible”, que son cuestiones transversales en la interpretación de una colección como la de la Casa del Alabado Contemporáneo.
Los artistas Osías Yanov (Con Crisis); Adrián Balseca (Horamen); Caroline Achaintre (Escáner), y Asier Mendizabal (Problemas de estilo) han presentado hasta ahora sus trabajos en el proyecto de investigación y exhibición Zarigüeya Alabado Contemporáneo
Ellos han hecho exploraciones desde diferentes contenidos y lenguajes artísticos. Precisamente, la búsqueda desde el arte de nuevas y diversas interpretaciones del mundo prehispánico en el territorio donde se asienta Ecuador es el propósito del proyecto Zarigüeya Alabado Contemporáneo.
La asistente de Investigación explica que la construcción del pasado se venía haciendo desde la perspectiva de la sociedad contemporánea, en un proceso mediado por una estructura social determinada y las teorías que dominaban la colectividad.
Sin embargo, precisa, desde la Antropología ya no se utiliza el ser ventrílocuo o vocero del otro, al considerarse que no estamos en la autoridad de responder con certezas los cuestionamientos, más allá de lo que establecen las ciencias, por ejemplo, respecto a la utilización del objeto en un rito o la data de una cultura específica.
Los curadores de Zarigüeya Alabado Contemporáneo señalan que la propuesta apunta a superar dicotomías como las del pasado/presente y el arte/cultura. Su potencial, aseguran, está en las renovadas lecturas que la investigación artística y curatorial proporcionan a las prácticas, conceptos, discursos y artefactos precolombinos.
“Quizás, a través de enfocar nuestra mirada en el pasado, en realidad estamos reflexionando sobre el presente”, asegura Acevedo.
En este contexto, se presentaron de forma paralela en el cine Ochoymedio los filmes Canoas (2010) y El ensayo (2018), de Guimaraes, quien cuestiona las estructuras sociales en dos momentos clave de la historia de su país. Esta exposición tuvo el apoyo de la Danish Art Foundation y de la Embajada de Brasil en Quito.
Es así como nacen estos discursos desde el universo de las especulaciones de los artistas, quienes dan otra mirada al pasado desde el presente. Para ello, el Museo de Arte Precolombino Casa del Alabado cuenta con 5,000 piezas elaboradas por las comunidades milenarias que poblaron las tierras de lo que es hoy Ecuador. (I) et