Surrealismo que indaga en la belleza del accidente
La cinta del argentino Mauro Andrizzi, coproducción de Suecia, Dinamarca y Argentina, está codirigida por el sueco Marcus Lindeen y participa en “la Mostra” dentro de la sección paralela “Horizontes” -en el 68º Festival Internacional de Cine de Venecia- la misma en la que Andrizzi ya presentara el año pasado su anterior trabajo, “En el futuro”.
Accidentes gloriosos ofrece al público 60 minutos de narración casi hipnótica a través de una voz en “off” que repasa las oníricas historias de varios personajes que muestran sus obsesiones, sus perversiones e, incluso, sus instintos sexuales.
El cineasta vuelve a abordar en blanco negro una sucesión de historias de distintos personajes como ya hiciera con “En el futuro”, la película que en la pasada edición del Festival de Venecia se llevó el León Gay, el premio a la Mejor Película de temática homosexual que otorga una asociación cultural al margen del jurado oficial.
La producción es el fruto de “Dox: Lab”, un programa de desarrollo intercultural que pretende unir a cineastas europeos y de fuera de Europa para que trabajen juntos, algo que sucedió con Lindeen y Andrizzi.
“Cuando nos conocimos por primera vez en Copenhague vi que teníamos muchas cosas en común. Los dos hemos estado trabajando mucho con el tema de los documentales. Eso es algo que nos unió, además de la pasión por la ficción”, indicó Lindeen durante la rueda de prensa de presentación del filme.
“Teníamos varias ideas sobre la mesa y una llevó a la otra. Lo experimenté como una situación muy liberalizadora.
Compartía un trabajo artístico con alguien y tenía que estar abierto a las sugerencias de otro creador”, agregó.
“Un accidente de auto es arte instantáneo”, dijo la narradora en la película, una frase lapidaria que resume la trama de la cinta, que, entre otros elementos, cuenta con momentos epistolares y complicados testimonios que dejan al descubierto el lado más “perverso” de la mente humana.
“Nos sentamos en un apartamento durante unas dos semanas y una cosa llevó a la otra. Fue como una cosa de conexión mental (entre los dos) y en ese proceso algo sucedió. Estábamos flotando en el mismo nivel, es una especie, no tanto de espacio onírico, sino quizá más de surrealismo”, indicó Andrizzi.
“La única explicación que puedo dar (a cómo surgió la historia) es que hubo una gran conexión y que fue una buena experiencia y este es el resultado final”, agregó.
El cineasta argentino explicó que, al principio, surgieron unas pequeñas diferencias entre ambos en la idea que tenían para la película, pero que todo se solucionó una vez que empezaron a rodar en Buenos Aires.
“Las culturas no son tan distintas. La colaboración fue de un modo bastante fácil. Empezamos poniendo en común las ideas y esa es la mejor manera de trabajar en la codirección. Creo que fue una decisión muy importante tener esta estructura abierta para la película”, comentó Andrizzi.
Otro elemento importante de la película es la voz femenina que narra las historias con un tono susurrado y que pertenece a la popular actriz argentina Cristina Banegas.
“La voz llegó porque es una actriz muy conocida en Argentina, de las mejores trabajando en Argentina. Hicimos las pruebas de voces con Marcus y la elegimos al final porque su voz era lo que buscábamos. No queríamos una voz de hombre”, afirmó.
El cineasta argentino se confesó, además, un apasionado de la literatura, pasión que comparte con Lindeen y que lo ha ayudado a intentar ser un buen escritor de guiones con diferentes historias, algo que ya hacía en su anterior película, En el futuro.
“Este tipo de estructura literaria te da mucha libertad y permite a la imaginación del público crear bonitas imágenes”, recalcó.