Los libros de no ficción marcan la tendencia en las publicaciones
El sector editorial alista sus novedades contracorriente
En 2015, 11 sedes de librerías comerciales cerraron en Quito y Guayaquil. La firma peruana Crisol dejó el país con una liquidación luego de 2 años de haber comprado la empresa ecuatoriana Libro Express (con 32 años en el mercado), como parte de su política de internacionalización. Por Crisol cerraron 5 librerías.
La Corporación Favorita, a través de su sello comercial Mr. Books, adquirió casi el 100% de las acciones de Librimundi. Se cerraron 2 sedes en los aeropuertos, las de los centros comerciales Río Centro, en Guayaquil, y en Quito, la del Centro Comercial La Esquina y la tradicional librería de la Juan León Mera.
De acuerdo con Fabián Luzuriaga, presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro, este año cerrarían 2 puntos más de Librimundi, la razón sería “la baja de ventas”, lo cual pone en perspectiva una afectación del sector librero y editorial, pues se limitan los canales de distribución, se genera un porcentaje de desempleados y reducción de espacios para lectores.
Para Luzuriaga este año la tendencia en el sector apunta al decrecimiento, pues se “importarían menos libros, con el pronóstico de que las librerías pequeñas también se sumen al cierre”. A pesar de la incidencia económica de los cierres de firmas comerciales en el sector, la gestión editorial tiene —en la mayoría de los casos— una perspectiva positiva para este año y prepara ya sus novedades editoriales.
Karina Sánchez, dueña de Tolstói se inició en el oficio de librera hace 6 años. “Hemos experimentado un crecimiento muy grande —dice contracorriente—. El sector editorial y librero independiente no debe temer una tendencia a la baja, más bien es un sector que tiene una tendencia a crecer en toda Latinoamérica, porque ha sabido inyectarle frescura a través de propuestas inteligentes y novedosas”.
Editorial La Caracola se ha planteado sumar a su distribución un criterio de ventas que prescinde de pasar por librerías: reciben solicitudes de compra a través de Facebook, Twitter y otras plataformas, que, de acuerdo con Juan Carlos Arteaga, el coordinador de la empresa, se complementa con la distribución en librerías.
Eskeletra editorial, en cambio, busca contrarrestar la disminución de estos canales de distribución con un menor tiraje, lógica que coincide con la reducción de los títulos publicados durante 2015 (infografía). Ramiro Arias, director de Eskeletra, confirma el dato: “La editorial pasó a tener publicaciones con un tiraje de mil libros a 300”.
Verónica Mosquera, representante de la multinacional Penguin Random House en Ecuador, dice que la venta de librerías a escala comercial sí afecta a las editoriales, en general, sin embargo, considera que, luego de este período de cambios, algunas librerías se seguirán fortaleciendo y considera que incluso es muy probable que se abran otras.
Mosquera hace hincapié en que dentro de esta lógica el sector librero independiente juega un rol fundamental pues son ellas “las que pueden hacer lo que las multinacionales no podemos. Las editoriales independientes pueden lanzarse a ser las editoriales de los más jóvenes porque pueden manejar de una manera más libre los tirajes y la distribución. Una multinacional tiene que rendir cuentas, tener tirajes mínimos y gastos operativos enormes”.
La no-ficción como novedad
El sector editorial independiente prepara desde ya los títulos que saldrán este año, a pesar de los conflictos con las grandes librerías, “donde el libro nacional no tiene mayor protagonismo”, dice Juan Carlos Arteaga. Entre las obras que anticipan diversas firmas se encuentran libros principalmente de narrativa y no ficción.
Para abril, Tolstói prepara lanzar, con La Reina Press, el sello editorial de la librería, un conjunto de ensayos de Daniela Alcívar Bellolio (Guayaquil, 1982). Tendrá un tiraje de 400 ejemplares, que será distribuido allí y en otras librerías.
Alcívar se suma al catálogo que prepara para este año la editorial Ruido Blanco con el cuentario Para esta mañana diáfana. Este es una apuesta de la editorial por empezar a publicar narrativa pues, desde 2011, el sello que encabezan Andrés Villalba Becdach y el escritor Juan José Rodríguez (quien dirige la editorial, pero ahora está en Inglaterra) ha publicado básicamente poesía.
A sus novedades se suma una antología de la poesía del peruano Mario Montalbetti en la colección Amapola y memoria, y una antología de ensayos literarios del ecuatoriano Cristóbal Zapata. Cada uno tendría un tiraje de entre 400 y 500 libros.
Eskeletra prepara, para el primer trimestre de este año, una reedición del Realismo Social y los grandes de la década de los años 30 de Miguel Donoso Pareja con una introducción del catedrático Raúl Serrano. También publicarían una antología de jóvenes narradores dirigida por Santiago Peña, director de Kafka escritores, publicación que está en proceso de convocatoria. Se suma al catálogo un libro del escritor Eliécer Cárdenas y Las últimas noticias de la señora Williams, de Serrano.
La editorial Doble Rostro, dirigida por la escritora quiteña Sandra Araya, trabaja en la coedición de artículos periodísticos selectos con el portal digital La Barra Espaciadora. También figura en el catálogo un libro de ficción sobre historias de una treintañera soltera, de la autora inédita Nicole Villamarín y un libro sobre Mamá Vudú de Fernando Escobar Páez. El tiraje de cada uno llega a los 500 ejemplares.
Por su parte, la oferta editorial de la Campaña de lectura Eugenio Espejo, prevé publicar cerca de medio millón de libros y casi un millón de revistas, “porque —según el escritor Iván Egüez, su promotor— además de la habitual revista Rocinante —que va por el número 87— publicaremos desde febrero la revista Babieca, dedicada a las artes de pantalla y de escenario. Es una revista de los espectadores, de los que miran cine y televisión, asisten a conciertos, les gusta el teatro, la danza, el mimo, el circo, o acuden a las galerías y salas”. En la colección Luna de bolsillo han iniciado la publicación de los libros premiados en el concurso de novela breve La Linares.
Por el lado de las grandes multinacionales con publicaciones de autores locales, Penguin Random House empieza a gestionar un incremento de sus publicaciones en el país, tras el período de transición por la venta de la editorial Santillana. Mosquera adelanta que aparecerán nuevos nombres en publicaciones de no ficción, mientras que en ficción vuelven a aparecer títulos de autores de la casa. (I)