La misa flamenca que invita a romper los límites de la religión
Una hora y media de celebración litúrgica llena de emoción y avasalladora fuerza es lo que promete el reconocido guitarrista de flamenco Tito Losada, quien presenta su obra “Misa Flamenca: Los gitanos cantan a Dios”, desde ayer hasta el sábado en el Teatro Sánchez Aguilar, a las 20:30.
Este espectáculo, que fusiona el flamenco con la religión y la música clásica, estará acompañado con los movimientos de uno de los mejores bailaores de España, Antonio Canales, y la participación de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil.
Tres días para poder disfrutar de una obra con la que la compañía Tito Losada ha recorrido el mundo. La fusión de guitarras, percusión, palmas, canto flamenco, orquesta y coro clásico brindará al público guayaquileño, que por primera vez recibe a Losada, una obra catalogada, según la crítica internacional, “una experiencia tanto musical como para los sentidos, la que por su enorme vitalidad, fuerza y expresividad difícilmente dejará indiferente a quienes la presencien”.
La misa flamenca tiene un significado especial para el guitarrista español: es su forma de reivindicarse con Dios. “Yo pasé por momentos muy duros y oscuros de mi vida y gracias Dios estoy vivo; esta es mi manera de agradecerle por todo lo que me da”, señala Losada, quien viene de una familia de artistas del flamenco.
La intervención de Antonio Canales, asegura el compositor, enriquece el espectáculo. “Antonio para mí es el number one, su cuerpo habla por sí solo”. En la obra participan 59 artistas en escena, incluido el coro y los músicos solistas de la Orquesta Sinfónica de Guayaquil (OSG).
20 coristas y 27 instrumentistas de la OSG, divididos entre violines primeros y segundos, viola, violonchelos y contrabajos; más flauta, clarinete, oboe, corno inglés, trompeta, trombón, bajo y timbales conforman la cuota nacional dentro de esta propuesta.
Para el bailaor Canales, quien lleva más de un año colaborando con la misa flamenca, ésta es un rito maravilloso porque, según manifiesta, consiste en elevar lo sinfónico con el flamenco, con el sentir gitano en el que los oficiantes son los que custodian.
“Creo que Tito ha hecho una labor maravillosa porque logra, a pesar de ser una misa católica, traspasar las fronteras de las religiones. Puede ser vista por cualquier persona, de cualquier condición y la magia siempre será la misma”.
Con este espectáculo arranca la tercera semana inaugural del Teatro Sánchez Aguilar, ubicado en el Km 1.5 de la vía a Samborondón. El costo de las entradas es de $40 platea C, $60 platea B y $80 platea A.
Este evento será el único que se presenta durante tres días, hasta el 02 de junio -la programación inaugural mantiene cuatro días abierta una función-, pero el domingo se realizará un homenaje a la labor artística del saxofonista ecuatoriano Lucho Silva.