34 shows se presentarán en agosto en la Carpa Escénica del Parque Itchimbía
Independencia, sello de los gremios teatrales
En el monólogo titulado El Evangelio según Clarín -en realidad una suerte de diálogo intertextual dirigido por Guido Navarro-, la protagonista, como Pandora, abre el libro prohibido de un profesor de historia y descubre a Prometeo, el titán amigo de los mortales que padece un castigo eterno por haber compartido el fuego de los dioses.
La obra -interpretada por la clown Silvia Brito- tendrá una función el sábado 1 de agosto, a las 15:00, como inicio de otros 33 espectáculos que se presentarán ese mes.
Las artes escénicas en Quito tienen como telón de fondo la autogestión, que busca abrir espacios para su difusión. La Carpa Escénica del Parque Itchimbía acogerá a Clarín y el resto de funciones se dará allí y en otras salas.
En una ciudad en la que los lugares para la cultura suelen ser limitados, los gremios teatrales no limitan sus actividades a las labores sobre las tablas, sino que están comprometidos con generar espacios para la difusión y la exigencia de sus derechos en torno a políticas públicas. Un propósito que los acerca a su público con el rigor de Prometeo.
La necesidad de una política pública para la producción teatral en Quito es el móvil del Comité de Gestión -conformado por Asoescena, la Asociación Nacional de Artes Escénicas y la Red de Espacios Independientes- que se encargó de reunir propuestas de cara a la nueva Ley de Cultura.
Una primera reunión se dio el pasado 14 de abril y, en otra, el 3 de julio, se hizo la programación de la Carpa Escénica y los espectáculos en espacios independientes en el marco del festival Villa de las Artes.
El Comité quiere establecer el reconocimiento del trabajo artístico como una profesión y “promueve la visibilización y valoración del trabajo artístico, por lo que propone la no gratuidad de los espectáculos”.
Sobre la gestión de estos artistas, Javier Cevallos Perugachi, miembro de la fundación Quito Eterno, ha dicho: “Es un proceso que va más allá, a las políticas públicas: proponer una ley de teatro, establecer un frente unificado de artistas de teatro para comenzar a dialogar con instancias estatales”.
Los gremios teatrales de Quito conservan su autonomía al organizar este tipo de eventos y tratan de preservar los avances en cuanto a la democratización del arte.
Entre los espacios escénicos independientes están las salas: El Teatro del Pueblo, Patio de Comedias, Mariana de Jesús, Ojo de agua, Titiriteatro, Malayerba o Babilón. (I)