Famosos chinos, bajo la lupa por protestas
Pekín, China.-
Varios famosos chinos, que expresaron su apoyo al semanario de su país “Southern Weekly” en su protesta de los últimos días contra la censura, han recibido advertencias de las autoridades, publicó ayer el diario “South China Morning Post” de Hong Kong.
Según el diario, varios son los famosos que parecen haber sido invitados a “tomar el té” con funcionarios del régimen.
“Tomar el té” es una expresión que en el argot chino se utiliza como un eufemismo para referirse a advertencias de las autoridades contra comportamientos que no son del agrado oficial.
La cantante taiwanesa Annie Yi, que había publicado mensajes de apoyo a “Southern Weekly”, y otros en favor de la libertad de expresión en su cuenta de Weibo (un servicio de microblogging similar a Twitter), indicó a través del mismo medio: “me voy a tomar el té, espero que esté bueno”.
El comentario quedó borrado poco tiempo después, indicó el diario de Hong Kong.
Por su parte el ex dirigente de Google China, Li Kaifu, originario de Taiwán y nacionalizado estadounidense, publicó en su microblog que “a partir de ahora solo hablaré del este, el oeste y el norte, así como del lunes al viernes”.
Li omitía así los términos “sur” y “fin de semana”, palabras que componen en chino el nombre de la publicación en el centro de la polémica, “Southern Weekly” (“Nanfang Zhoumo” en chino).
El “South China Morning Post” indicó que también otros famosos fueron invitados a “tomar el té”, entre ellos Ren Zhiqiang, presidente de la compañía inmobiliaria Huayuan.
Los caracteres que en el idioma chino hacen referencia a “sur” y “fin de semana” fueron bloqueados en las redes de microblog chinas y permanecen así.
El semanario publicó su nueva edición el jueves con un editorial en el que pedía cambios en el control que el Partido Comunista de China (PCCh) ejerce sobre los medios.
“El PCCh administra los medios de comunicación, pero la manera en que lo hace debe adaptarse a los nuevos tiempos”, señaló el artículo, que contestaba así a otro del oficial “Diario del Pueblo” en el que el régimen proclamaba su control sobre la prensa, en pos de la estabilidad nacional.
En el editorial se aseguraba que el Partido que gobierna ese país “debe abolir todo lo que sea un obstáculo que le quite la credibilidad y la confianza”.
El semanario, uno de los de mayor tirada en China (1,2 millones de copias) y popular entre los intelectuales urbanos chinos, aseguró que la reforma del control de los medios “es un hueso duro de roer”, pero que el PCCh “necesita razonar y construir un nuevo y cuidado apoyo mediático”.
La redacción del semanario se declaró en huelga a raíz de que en la primera edición de 2013, varios artículos fueron modificados por la censura, entre ellos un editorial que pedía cambiar el Gobierno.
El artículo, que afirmaba que en ese nuevo año era necesario que el régimen se adaptase a “los sueños de los chinos”, fue sustituido por otro de elogio al nuevo líder Xi Jinping.
La huelga del “Southern Weekly” constituyó el primer acto abierto de protesta de periodistas chinos en décadas, y fue secundada con una manifestación a la que asistieron no menos de 300 personas en Cantón (sur del país), junto al edificio de la redacción.
Los periodistas y manifestantes llegaron a pedir la dimisión del nuevo jefe de propaganda cantonés, Tuo Zhen, quien, según ellos, es el causante de los cambios que se produjeron en la primera edición del año y de anteriores despidos de responsables del semanario.
A ello se suma que los activistas manifestaron, tras apoyar la protesta, que días después varios de ellos fueron detenidos por la Policía con intentos de “silenciarlos”.