El tango tiene espacios de difusión en la urbe
El tango y la milonga (entiéndase tanto en su acepción como ritmo que puede bailarse o reunión de tangueros) han tenido épocas significativas en su difusión en Guayaquil, con algunas temporadas altas y otras de menor intensidad. Mientras en Quito es común enterarse de talleres o cursos para bailar tango, en Guayaquil es usual la buena acogida de espectáculos internacionales, como el del holandés Quinteto Académico de Tango Fusión llamado “Tango Extremo” en el Conservatorio Superior de Música Rimsky-Korsakov; y el de “Cambalache, la historia del tango”, en el teatro principal del Centro de Arte, en agosto y octubre de 2011.
Los grupos nacionales, sea en canto o baile, se limitan a las entidades culturales, los centros comerciales, salones de hoteles y algunos restaurantes para demostrar su destreza. Hoy, en la Alianza Francesa de Guayaquil, a las 20:00, se dará el espectáculo “La pasión del tango”, en el que habrá milongas y valses criollos con la intervención de los bailarines Dúval Barrezueta y Annaly Molina , y de la cantante Ana Bonnet.
El paso posterior a los espectáculos se da cuando el público centra su atención en los talleres permanentes, que no son muchos en Guayaquil. Nuevamente intervienen Barrezueta y Molina, quienes dictan clases a los amantes de la música y danza porteña, sin límite de edad, en la Alianza Francesa principal (Hurtado 436 y José Mascote) y la sede Urdesa de la misma entidad (Bálsamos 202 y Única).
De esos amantes del tango también surgen los principales difusores de ese ritmo en forma cantada por Guayaquil, Le Tangó, banda liderada por el cantante amateur Eloy Velásquez y el pianista Fernando Pérez Mawyn. Ellos se juntan al menos con dos músicos más para completar la agrupación que ha recorrido escenarios locales e internacionales: ha sido parte del primer y segundo Festival Internacional Perú Tango en Lima y de la octava Cumbre Mundial del Tango en Bariloche, Argentina; y aunque estuvieron invitados a la novena cumbre en Seinäjoki, Finlandia, no pudieron acudir a última hora. El proyecto de ellos inició como tango show con bailarines en escena, mientras cantan y tocan, y están trabajando para rehacerlo así.
El último guitarrista de Le Tangó es Carlos Hernández, que a la par dirige e integra el dúo de guitarras españolas Andaluzía, y aunque con ese grupo su fuerte es lo español, gitano y flamenco, junto con Christian Robinson también interpretan a Roland Dyens y Astor Piazzolla.
La entrada al espectáculo de hoy tiene un costo de 10 dólares.