El 2018 será el año del amorfino manabita

En 2018 se inicia la campaña para buscar la declaratoria del amorfino como patrimonio intangible de la humanidad. La propuesta nace en Manabí. Uno de los máximos cultores de esta manifestación oral en esa provincia es Raymundo Zambrano, quien junto con Grace Macías impulsa la cruzada que arrancará con fuerza el próximo año.

“Primero se gestionará el reconocimiento en Manabí y Ecuador, luego seguiremos con los trámites y trabajo para llegar a la declaratoria mundial”, afirmó Zambrano.

Los amorfinos, una serie de versos que empezaron como cantos y recitaciones, fueron también con el tiempo adaptados para la danza. Desde el norte de la provincia, por El Carmen, pasando por el centro -entre Portoviejo y Santa Ana- y hacia el sur, en Puerto Daniel López,  se escuchan las coplas que llegaron con los inmigrantes españoles, cuenta el investigador cultural José Luis Ramón Vega.

Este manabita, chonero de nacimiento, es además director del grupo Alas de Colibrí, colectivo que se dedica a cantar y bailar esas expresiones tradicionales de la cultura manabita.

 →Niños vestidos con trajes típicos de la campiña manabita fueron parte de las presentaciones de danzas montuvias en el establecimiento educativo.

Alas de Colibrí aportará a la iniciativa para declarar primero a 2018 como el año del amorfino en Manabí y luego la búsqueda de lo que será el patrimonio intangible.

Ramón pondrá en escena un trabajo que investiga desde hace varios meses en torno al maíz. “Estamos indagando con los muchachos del grupo, que son netamente de Chone, luego escribiremos y posteriormente se harán las adaptaciones para la danza sobre este apasionante tema”.

Zambrano en su afán de no perder el hilo conductor de su iniciativa, viaja a los sectores rurales de Manabí, donde se continúa con la tradición oral. Hace una semana estuvo en  Tablada de Sánchez. Este recinto está ubicado a 500 metros sobre el nivel del mar, entre las zonas montañosas y a 30 minutos de Chone (noreste de Manabí). Luego de atravesar un camino asfaltado en un tramo de 20 kilómetros, se llega a la Unidad Educativa Teófilo Sánchez.

 En ese establecimiento se desarrolló un concurso de amorfinos; sus participantes -la mayoría adolescentes- mostraron sus habilidades heredadas de sus abuelos, padres y familiares.

Para Zambrano esta es una muestra de que en el Manabí profundo, donde la esencia montuvia sigue vigente, los versos cantados y enfrentados a manera de contrapuntos no solo son parte de la identidad, son parte de cultura y el alma manabita.

 El camino para buscar la declaratoria de Patrimonio Intangible de la Humanidad que lo realiza la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura  (Unesco) es arduo, comentó Eduardo Mendoza, director del grupo Son Montuvio. Se toman en cuenta aspectos como la conservación del elemento cultural, que en el caso del amorfino está vigente y tiene en los cantantes, grupos de danza e historiadores a  sus mejores cultores, reseña Mendoza.

 “Nos  unimos  a la iniciativa de Raymundo, todos somos manabitas y el acento  de los amorfinos lo llevamos muy dentro; es nuestra cultura, es nuestra identidad”.

Lo primero será declarar a 2018 como el año del amorfino en Manabí y Ecuador. Eso permitirá trabajar para el objetivo principal: alcanzar el patrimonio intangible.

La propuesta cuenta con el apoyo de importantes instituciones manabitas como las universidades San Gregorio, Técnica  de Manabí, Eloy Alfaro, Ciudad Alfaro, Casa de la Cultura, INPC, Prefectura, GAD Portoviejo y un colectivo de artistas e historiadores de esta provincia. (I)  

Copla

→Se trata de una copla histórica  manabita. Data de 1712. Primero nació como amorfino,  luego fue adaptado a canción y posteriormente llevada a la danza.  En la actualidad forma parte del repertorio de muchos grupos locales.

El baile de la iguana

31 días de diciembre son utilizados para iniciar la promoción de la campaña.

La difusión será conjunta

→Los grupos y personalidades que apoyan la  iniciativa empiezan a trabajar en  la puesta en escena de nuevos temas, que  deberán ser presentados a lo largo del próximo año.