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El Telégrafo
Tatiana Hidrovo Quiñónez

El voto nulo y el apéndice

04 de abril de 2019

Las últimas elecciones se caracterizaron por una alta participación ciudadana, un disonante voto nulo y la proliferación de movimientos políticos locales y provinciales, lo que permite dibujar, con enfoque territorial, un mapa fragmentado y complejo de la estructura del poder en Ecuador. La señal negativa no es en realidad el incremento de grupos políticos, por lo cual cualquier democracia debiera felicitarse, sino el hecho de que en la mayoría de los casos serían iniciativas sin orientación ideológica (idea del modo de vida social) que buscan el poder como instrumento para otros propósitos, aunque siempre hay excepciones. La gente votó más por figuras, que por partidos, aunque la presencia de dos organizaciones políticas nacionales, Partido Social Cristiano y Revolución Ciudadana, fue evidente.

Pese a la solapada campaña para desmotivar la participación, las cifras demuestran que los ecuatorianos siguen políticamente activos. Guayas tenía un ausentismo del 33% en 2002; del 17% en 2014 y ahora refleja el 18%. En 2002 Manabí registraba 38% de ausentismo; en 2014, 14%; y en 2019, 13%, lo que indica que en esta provincia aumentó la participación. En 2002 la participación era del 65% y se incrementó hasta alcanzar el 83% en 2017. Cañar sigue siendo la provincia con mayor ausentismo (32%).

El voto nulo no fue en ningún caso mayoritario, pero no se reflejó de manera homogénea. En la elección del Consejo de Participación Ciudadana fue sensiblemente más alto, en comparación con el de las autoridades seccionales. Por ejemplo, en Pichincha, para la elección de prefecto o prefecta, el nulo fue del 19%; en cambio, para la designación del CPCCS alcanzó 34% en la lista de mujeres y 23% en la lista de hombres. Esto significaría que en Pichincha caló más la campaña que busca la eliminación de la Función de Transparencia. No pasó lo mismo en Manabí y Guayas, donde los votos nulos para elegir el CPCCS no superaron el 23%. Esos porcentajes son los primeros indicios de una posible consulta popular para decidir la eliminación de la Función de Transparencia, centro de una polémica, incluso teórica, puesto que imaginamos a la democracia como un cuerpo biológico, con órganos, cada uno de los cuales cumple funciones. ¿Es el CPCCS el apéndice? ¿Hay apendicitis? (O)

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