La crisis de la deuda soberana de la zona euro se agrava. El FMI ha advertido a Grecia sobre un posible default si hay retraso en el programa de ajuste y privatización y que serían necesarias medidas adicionales para reducir el déficit fiscal. El Gobierno griego aprobó una reducción entre 20 al 40% de las jubilaciones y 30.000 burócratas pasan a jubilación o despido.
El Gobierno adopta medidas para recibir 8.000 millones de euros del primer rescate de la UE. La situación de la zona euro se agrava por la reducción de la calificación de la deuda italiana por Standard & Poor’s.
La deuda italiana bordea el 120% del PIB y tiene un déficit fiscal del 4,5% del PIB. En julio de este año el parlamento aprobó un primer plan de austeridad por 62.000 millones de euros, pero la incertidumbre y temor de los mercados obligó, a mediados de septiembre, a un segundo paquete por 74.000 millones de euros con alza del IVA al 21%, impuesto a los ricos de 3%, recorte de gastos de gobierno y municipios y aumento de la edad de jubilación de la mujer a 65 años. Como siempre el peso del ajuste caerá sobre la población. Pero ni esto sirvió para impedir la rebaja de la calificación de su deuda.
El paquete es recesivo. Y, por otro lado, el FMI acaba de reducir los estimados de crecimiento de la Eurozona para 2011 de 2 a 1,6% y en 2012 de 1,7 a 1,1%. El propio Gobierno italiano ha disminuido sus proyecciones de crecimiento para 2011 de 1,1 a 0,7% y en 2012 de 1,3 a 0,6%.
El crecimiento será menor por los efectos recesivos del plan de ajuste. Con menores ingresos fiscales y el aumento del riesgo soberano, Italia tendrá problemas para cubrir la amortización de su deuda, puede acercarse a un default y sería el próximo país que entre en rescate por la UE.
El problema de la deuda soberana de la UE es crítico. Más aún, el FMI acaba de anunciar que aumentan los riesgos para el sistema financiero mundial y en Europa las inquietudes sobre los niveles de deuda pública se han transmitido al sistema bancario de la región y estima que el riesgo de crédito soberano de los bancos europeos alcanza los 200.000 millones de euros.
Con esto, el FMI confirma que lo que está detrás de la deuda son estos bancos que compraron deuda griega, italiana, española, etc. Un default conllevaría dificultades y quiebra de bancos alemanes, franceses y del propio BCE, lo cual desataría una inestabilidad del sistema financiero de la región.
En un artículo anterior había señalado que una moratoria de la deuda significaría una pérdida para esos bancos y la UE, lo que pondría en peligro la estabilidad financiera de la UE, al euro y la unidad de la UE. Por ello, se utilizaría el Fondo de Estabilidad Financiera para salvar a Italia, pero realmente es a los bancos europeos.