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El Telégrafo

Retratos de los colonizados, oprimidos, idiotizados y burocratizados y sus causas

10 de septiembre de 2011

Desde hace miles de años hasta el presente, pueblos, naciones, países, reinos e imperios    se apoderan de otros pueblos, naciones y países para saquear sus recursos naturales  y explotar a sus habitantes. Al comienzo, la dominación lo es por la fuerza y luego con disposiciones legales para mantenerlos sometidos con cadenas invisibles, a través de creencias, costumbres, tradiciones y hábitos,  que se terminan aceptando sin pensar.

Lo que une a las personas conquistadas, colonizadas (sometidas, oprimidas, derrotadas, despersonalizadas, burocratizadas, idiotizadas y alienadas) es que son dependientes, pesimistas, serviles, adulonas, sin iniciativas. Se contentan con muy poco. El máximo sueño de ellos es que cada día se les dé de comer, se les garantice sobrevivir o tener un sueldo, aun miserable. Piensan que “mejor pájaro en mano, que ciento volando”, “mejor mal conocido, que bueno por conocer”. Si para superarse deben sacrificarse estudiando, prefieren no hacerlo. El ideal es ganar más y cada día hacer lo mismo, o menos.

No tienen iniciativa, creatividad y tenacidad. El estudio, la investigación e innovación son insultos y castigos. Están dominados por la comodidad. Anteponen siempre el “no se puede”, antes que el sí. Buscan ganar comisiones sin trabajar y el mejor jefe, dentro o fuera del país. Ha sido castrado su espíritu de rebeldía, independencia y libertad.

Herbert Marcuse decía: “Existen personas que no necesitan  policías para ser controladas, porque los llevan adentro”. Paulo Freire llamaría al cuadro anterior “pedagogía del oprimido”; Frantz Fanon, los “condenados de la tierra”; Albert Memmi, “retrato del colonizado”; José Ingenieros y Rafael Correa, “hombres mediocres”; Ho Chi Ming, “pueblos y naciones colonizadas y oprimidas”; Juan Montalvo, “nacidos para la servidumbre”.

Plinio Apuleyo, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa lo denominan “Manual del perfecto idiota latinoamericano”. Sin embargo, el cinismo de los tres últimos autores (ideólogos sirvientes de los amos imperialistas y de los explotadores nativos), sostienen que la conducta maniatada que asumen las personas es porque ellas la escogieron, y no que les fue impuesta, para que puedan ser mejor dominados y, de remate, se les hecha la culpa de su triste situación. Las cadenas visibles e invisibles provienen del exterior, los cambios y la liberación es interior y responsabilidad de cada uno de nosotros.

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