Publicidad

Ecuador, 07 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Melania Mora Witt

La campaña del miedo

18 de junio de 2016

Ante la cercanía de la ‘segunda vuelta’ en las elecciones españolas, cada vez parece más incierto el futuro. Tal sensación se confirma después del primer -y único- debate entre los cuatro candidatos de las organizaciones políticas con mayores posibilidades. Este se efectuó justamente después de conocerse  datos de la última encuesta, que da como ganador -aunque con poca diferencia- al Partido Popular, seguido de Unidos Podemos, colocando en tercer término al Socialista y finalmente a Ciudadanos.

El evento realizado por la Academia de la Televisión Española mostró posiciones idénticas a las de diciembre. Los candidatos coincidieron en que los posibles resultados exigirían alianzas imprescindibles para la formación de un nuevo gobierno. La pregunta clave de con quién podrían darse tales entendimientos solo fue contestada en positivo por Iglesias, que manifestó reiteradamente su deseo de juntar fuerzas con el Partido Socialista, al margen de si obtienen una segunda o tercera posición. Rajoy insistió en la posibilidad de un frente con los socialistas y la agrupación de Rivera, mientras Sánchez atacó tenazmente al candidato de izquierda y también al del PP, de lo cual se infiere que volvería a agruparse con la nueva derecha que milita en Ciudadanos. Posteriormente ha sido enfático en rechazar cualquier coalición con el PP y Podemos.

Según consultas posteriores, el ganador del evento fue Pablo Iglesias. Sea aquello verdadero o no, lo que saltó a la vista fue un profundo encono contra su agrupación por parte de los tres candidatos opositores. Ideológicamente aquello es explicable en las dos que representan a los  grupos de derecha, pero es más difícil respecto del Partido fundado por otro Iglesias, hace muchos años. Para entender el enconamiento de Pedro Sánchez, hay que mirar un entorno en el cual los medios han posicionado la idea de que el propósito central de Iglesias ha sido socavar al PSOE, lo que se refleja en el crecimiento electoral de su agrupación, frente al  retroceso del partido de Sánchez.

Fue fácilmente advertible en Sánchez un reclamo por  el voto negativo de Iglesias y su partido en la elección de diciembre. Hubo algunas actitudes de parte de aquel, debidas posiblemente a la novatada en la lid electoral, que facilitaron el dominio de  los ‘barones’ socialistas, cada vez más alejados de sus originales planteamientos y muy cómodos en la alternancia con los populares. Ilusamente Sánchez pretendió que los votos de Podemos se le entregaran sin beneficio de inventario.

Durante el encuentro -especialmente por parte de Rivera- se invocaron antiguos ‘cucos’ que siempre saltan para atacar a la izquierda. Dijeron que Podemos preconiza el abandono del euro y que está financiado por Venezuela, mientras recordaban la crisis griega, tratando de sembrar miedo en los posibles votantes. Es una vieja táctica, utilizada en todos los espacios en los cuales la izquierda se presenta con posibilidades.

No sé si la Constitución hispana prevea una tercera convocatoria. El pueblo de la península dará su respuesta en las urnas. (O)

Contenido externo patrocinado