Un tsunami es un disturbio producido en el mar, debido a un fenómeno que impulsando verticalmente una columna de agua, llega a producir un desequilibrio de niveles en el mar que producen ondas que se propagan a mucha velocidad, las que al llegar a las costas determinan una tremenda debastación, avanzando muchos metros, inclusive kilómetros dentro del territorio; estas pueden tener más de 100 kilómetros de largo. Estas olas viajan muy ligeras pudiendo adquirir velocidades aproximadamente de 700 km/h, pero mar adentro tienen poca altura, aproximadamente de un metro.
Los tsunamis que llegan a las costas son olas gigantes, llegan prácticamente sin ningún aviso. Son causados por muchos factores, entre ellos la magnitud del fenómeno que lo origina, como los terremotos, la topografía, la barimetría (disposición del fondo marino), o volcanes que mueven la tierra en el fondo del mar. El nombre proviene de la palabra japonesa “tsu”, que significa puerto, y “nami” que significa ola.
Al acercarse a las costas, su altura puede incrementarse hasta los 33 metros, haciéndose sumamente visible.
Un tsunami puede formarse muy lejos en el sur o en el este del Pacífico, por eso es que en el Japón muchos de ellos chocan contras sus costas y allí se presentan más tsunamis que en cualquier otra parte del mundo. Los científicos en la actualidad pueden determinar con cierta frecuencia cuando un tsunami se está formando, utilizando una máquina llamada sismógrafo.
Desde 1965 se ha incrementado la preocupación mundial por lo que ocasionan estos fenómenos, habiéndose organizado acciones concretas mejorándose o incrementándose los centro de prevenciones y estudios de tsunamis.
Se ha informado que el Ecuador sí está preparado para una eventual catástrofe. En agosto 12 de 2010, un sismo de magnitud 7,2 grados en la escala de Richter afecto la totalidad del territorio ecuatoriano, excepto las islas Galápagos, el cual ha sido considerado uno de los más largos movimientos de tierra registrados en el país.
El Ecuador es un país que se ha presentado históricamente sísmico, en vista de estar atravesado por fallas geológicas, así como el cinturón de fuego del Pacífico. Por lo anterior, se hace sumamente necesario estar muy convenientemente preparados.
Se conoce que la Subsecretaría de Gestión de Riesgos está realizando acciones con las instituciones públicas y privadas, preparando acciones de contingencias por posibles eventualidades de presencia de tsunamis.