Encuadrar la vida de una organización empresarial que recién nace, destinada a la obra editorial, es una tarea nada fácil .Es necesario acudir a las angustias y optimismos dichosos de la gestación y el alumbramiento y a la proyección de su futura sustantividad, destinada a iluminar caminos de civilización y cultura para todo el pueblo.
Editogran S.A., como la fundamental , compañía editora y gráfica ecuatoriana, tiene el compromiso histórico de convertirse en la primera empresa editorial del país, donde no solo se impriman los diarios públicos El Telégrafo, PP el Verdadero, y el Registro Oficial, las revistas y periódicos de las diferentes instancias gubernamentales, también aquellas publicaciones de gran tiraje de los organismos del sector estatal y de difusión masiva, pero muy especialmente los libros y los cuadernos, los textos utilizados en la enseñanza básica y de bachillerato para los estudiantes de las instituciones educativas estatales, que en el gobierno de la revolución ciudadana se entregan gratuitamente.
Este amanecer de luz para la cultura y la educación nacional, este propósito sustancial para el desarrollo de la difusión social, este afán de porvenir genuino y de provecho para el conglomerado de la patria, anunciado como un proyecto sentido y emblemático del presidente Correa, hoy es una realidad evidente y venturosa.
El sustento tecnológico de esta entidad impresora y editorial nuestra, es decir, de todos los connacionales, corresponde a una maquinaria de última generación y al personal humano debidamente entrenado para el manejo de una eficiente y moderna impresora fabricada en Alemania e instalada en un tiempo récord. Y a pesar de los sombríos vaticinios de los conocidos agoreros de las calamidades -que se han quedado sin habla, agazapados en sus propias frustraciones y quimeras ambulatorias- la flamante entidad es ya una palabra magna, que congregará a la intelectualidad del Ecuador, vinculando a la docencia, la actividad cultural y el ejercicio periodístico, con las mejores causas del proceso de cambios, en beneficio de toda la ciudadanía.
Símbolo de nuestra época, las comunicaciones como eje de las reflexiones del pensamiento de nuestro tiempo tienen el privilegio de recibir el espíritu crítico de los lectores.
Por todo ello, los productos que en Editogran se publican siempre estarán más cerca de las verdades que de las opiniones absolutas, y más dedicados a la investigación comunicacional que a la manipulación mediática, lo que permitirá la construcción de una agenda de información responsable, definitivamente destinada a la arquitectura de una opinión pública sensata, ilustrada y solidaria.