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El Telégrafo
Ximena Ortiz Crespo

Del hogar a la Cámara de Representantes (From homemaker to House Speaker)

19 de noviembre de 2022

En esta semana, Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, dejó el puesto como líder del partido Demócrata en el que la hemos conocido por largo tiempo. A sus 82 años anunció el jueves que ya no aspira a seguir siendo la dirigente de los azules porque considera que ha llegado el momento de que una nueva generación tome la posta en ese cargo. 

La presidenta, que ha mantenido su puesto en la Cámara en todo tipo de situaciones políticas en las últimas dos décadas, se presentó ante sus colegas “como esposa, madre, abuela, católica devota, demócrata orgullosa y estadounidense patriota” e hizo un apasionado discurso cuya elocuencia muestra por qué muchos politólogos la consideran como la más poderosa líder del Congreso en mucho tiempo. 

Nancy Pelosi debe su éxito a su fidelidad hacia la democracia, inteligencia, olfato político y sensibilidad. California la eligió de nuevo, hace pocos días, con porcentajes que arrasaron, con lo que seguirá representando a ese estado en la Cámara igual que lo ha hecho por 35 años.

En su libro Conoce tu poder –un mensaje a las mujeres escrito en 2008–, Pelosi comparte su entusiasmo invitándolas a que se involucren como líderes. En él transmite la urgente necesidad de que las mujeres participen en diferentes ámbitos y, particularmente, en la política: “Me resulta aleccionador y profundamente conmovedor cuando las mujeres y las niñas se me acercan en busca de información y consejo. Si las mujeres pueden aprender de mí, de la misma manera que yo aprendí de las mujeres que me precedieron, el honor de ser la presidenta de la Cámara es aún más significativo”.

En su último discurso, Nancy Pelosi manifestó: “Ha sido un gran orgullo, en mis 35 años en la Cámara, ver crecer este cuerpo político [...] como un reflejo de nuestra grande y hermosa nación [...]. Cuando vine a la Cámara en 1987 habíamos 12 mujeres [congresistas] del partido Demócrata, ahora somos 90. Añadió que, en la actualidad, las autoridades demócratas del Congreso son mayoritariamente mujeres, gente de color o personas LGBTQ –alcanzando todas ellas un 75%–. Y afirmó: “el Partido Demócrata ha traído más voces a la mesa de decisiones”.

La líder demócrata se unió a la política cuando ya había tenido cinco hijos, y siempre ha dicho que la experiencia de establecer un hogar y criar a sus vástagos ha sido la que mejor la preparó para su labor como política. Ella reconoce su labor de ama de casa como el trabajo más emocionante, agotador e importante de su vida.

Tal vez la decisión de Pelosi de separarse del cargo como autoridad de su partido tenga que ver con la polarización de los últimos años en el país norteamericano. En febrero de 2020, ella rompió la tradición del Congreso al presentar a Donald Trump, en su mensaje del estado de la nación, solo como “presidente de los Estados Unidos”, prescindiendo de la frase “es un gran privilegio y gran honor” considerada de rigor en estos actos. Al finalizar Trump su mensaje, la audiencia se quedó atónita cuando ella –que estaba sentada detrás del presidente– rasgó ostensiblemente la copia del discurso frente a las cámaras.

En enero de 2021, inmediatamente después de la elección, los partidarios de Trump invadieron el Capitolio y, entre otras cosas, destrozaron la oficina de Nancy Pelosi.

La animosidad entre demócratas y republicanos sigue siendo fuente de tensión en los Estados Unidos. Los resultados de las elecciones de la semana pasada para la Cámara y el Senado demuestran la estrecha diferencia en el voto del electorado a los dos partidos.

Pelosi, en un movimiento arriesgado para la política estadounidense, visitó Taiwan hace tres meses y declaró que estaba allí para mostrar respaldo a la democracia de ese país, en un gesto de desafío a China.

Hasta aquí, en este artículo, hemos visto la cara radiante de esta líder, sin embargo, hace poco, la política le ha mostrado a la presidenta de la Cámara su cara más fea: su esposo fue atacado brutalmente en su casa de California el pasado 16 de octubre. Un individuo lo hirió con un martillo, lo que le produjo una fractura de cráneo. Al entrar en la vivienda, el agresor había gritado: “¿Dónde está Nancy?”. El atacante tenía una historia de desorden mental, era de extrema derecha y seguidor de Trump.

Pelosi no ha terminado todavía su misión en el Congreso de los Estados Unidos. Al finalizar su discurso en la sesión de la Cámara este jueves, agradeció a todos y en especial a quienes la eligieron como legisladora: “a la gente de San Francisco, por confiarme el alto honor de ser su voz en el Congreso”. Prometió esforzarse por honrar el llamado del santo patrón de su ciudad, San Francisco. Y luego rezó “Señor, hazme un instrumento de tu paz”.

Su legado podría estar en las palabras que pronunció después de prestar juramento como presidenta de la Cámara la primera vez que fue electa para ese puesto: “Sin perder la fe, trabajamos para redimir la promesa de los Estados Unidos de que todos los hombres y mujeres son creados iguales. Por nuestras hijas y nuestras nietas hoy hemos roto el techo de cristal. Para nuestras hijas y nietas ahora el cielo es el límite”.

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