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El Telégrafo
Rosalía Arteaga Serrano

Cuenca en el tiempo

07 de noviembre de 2023

Cuenca acaba de celebrar un aniversario más de fundación, el número 203 y, por supuesto, a lo largo de estos días de celebraciones, ha demostrado a propios y extraños mucho de lo que contiene, las bellezas de su geografía, las delicias de su gastronomía, la capacidad de recibir a los visitantes con generosidad y de manera amable, pero más allá de ello y de su cautivante personalidad como ciudad cultural, hay otros temas que deben resaltarse a la hora de evaluar lo que hace a esta ciudad tan especial y acogedora. 

Por un lado, en este análisis, tenemos que referirnos a su historia, marcada desde inicios de la colonia por un cierto aislamiento generado por su ubicación geográfica, rodeada de montañas, situación que se ha mantenido durante la época republicana, ahondada por la no existencia de medios de comunicación adecuados o la precariedad de estos: malas carreteras, escasez de vuelos que la comuniquen con las otras ciudades del país.

Es por ello que Cuenca tuvo que aprender a desarrollarse sola, con una cierta independencia, a la hora de promover la provisión de servicios básicos por ejemplo o a la de construir su universidad y poner empeño en la satisfacción de las necesidades de sus habitantes, caracterizados por un acendrado amor a su suelo natal, así como por la calidad de servicios que empezaron a generar.

Así, desde muchas décadas atrás, se sabía que la calidad del agua potable de la ciudad era inmejorable, siendo costumbre el beberla directamente del grifo, tanto por propios como por extraños, gracias a recomendaciones del servicio exterior de otros países.

También Cuenca se caracteriza en temas de seguridad, de generación de empleo digno, como lo demuestran las estadísticas de afiliación al IESS. Las tasas de subempleo son menores, así como las de desempleo, si se compara con otras ciudades del país.

La región del Azuay, más que la de su capital provincial, tuvo períodos de emigración históricos, como la baja de las exportaciones del sombrero de paja toquilla, esa emigración se dirigió sobre todo a los Estados Unidos y ha provisto de fuentes de divisas desde antiguo a la zona, con el sostenimiento de una economía de la construcción bastante interesante, que ha contribuido incluso, con la restauración de bellos inmuebles en el centro histórico de la ciudad, declarado Patrimonio Cultural de la Ciudad.

En los últimos años, Cuenca y su región han sido un imán para la inmigración de personas jubiladas de Europa y los Estados Unidos, lo que ha contribuido a mantener esas características de ciudad diversa, multicultural, acogedora, capital artesanal de las Américas, Atenas del Ecuador por sus manifestaciones culturales, a lo que podríamos añadir también, lo de polo de desarrollo turístico, gastronómico y espacio con la mejor calidad de vida del país.

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