Publicidad

Ecuador, 05 de Octubre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Werner Vásquez Von Schoettler

China, socio estratégico

04 de abril de 2018

No hay duda de que la economía mundial inaugurada después de la Segunda Guerra Mundial ha terminado. Los que pusieron en jaque a ese modelo de reproducción de capital fueron los ineludibles avances de la ciencia y la tecnología, las grandes corporaciones, los sin límites del capital financiero y la revolución informática que ha permitido que los mismos estén sin control provocando crisis financieras económicas de manera cíclica. Pero hay actores como China, que se ha convertido en una poderosa economía, no solo exportadora o importadora, sino en un gigantesco mercado interno que jala, quieran o no, al resto de economías del mundo.

Indudablemente, China representa para América Latina un socio estratégico de gran valía, más aún cuando el vecino del Norte, su gobierno, ha decidido dar un giro a su modelo de globalización y priorizar la protección aislacionista de su economía, lo que más temprano que tarde tendrá un sacudón negativo para sus propios habitantes.

Por el contrario, China busca -y lo ha demostrado en la práctica- una diferente globalización con oportunidades para el resto de los países en vías de desarrollo. Su crecimiento y desarrollo no depende de un modelo de intercambio comercial, sino que es toda una estrategia para que su crecimiento y desarrollo propio sirva de apalancamiento para que el resto de economías se dinamicen e incluso puedan dar los saltos cualitativos hacia el desarrollo social con bienestar.

Claro que a quienes se dicen pragmáticos, pero solo viendo al Norte, les cuesta asimilar lo que pasa en China. Les cuesta aceptar que desde el inicio de las reformas ha sacado a más de 700 millones de personas de la pobreza. Iniciando ahora un proceso más complejo de cambio de modelo, donde siga gobernando como dicen: “la condición del pueblo (chino) como dueño del país”.

Ecuador debe negociar una alianza estratégica con China para profundizar los logros en equidad y redistribución de la riqueza. Si queremos una sociedad acomodada, pero sin opulencias, debemos planificar a largo plazo. Sumarnos a disputar un mundo multipolar. Creencias y valores políticos que China reconoce, situándonos como uno de sus seis países estratégicos en América Latina. Oportunidad única que no podemos desperdiciar. (O)

Contenido externo patrocinado