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El Telégrafo
Jorge Núñez Sánchez - Historiador y Escritor

Bicentenario de Carlos Montúfar (1)

21 de julio de 2016

Este 31 de julio se cumplirán doscientos años del fusilamiento del mayor héroe ecuatoriano de la independencia, el coronel Carlos Montúfar y Larrea, por las fuerzas colonialistas españolas. Este trágico hecho tuvo lugar el 31 de julio de 1816, en la ciudad de Buga, en la actual Colombia, luego de que los patriotas fueran derrotados un mes antes en la batalla de Cuchilla del Tambo y Montúfar cayera prisionero de los realistas.

Hijo del II Marqués de Selva Alegre, don Juan Pío Montúfar y Larrea, Carlos nació en Quito el 2 de noviembre de 1780 y estudió en esa misma ciudad, donde se graduó como bachiller y más tarde, el 17 de marzo de 1800, se graduó de Maestro en Filosofía en la Real y Pública Universidad de Santo Tomás, donde estudió Ciencias Naturales.

Poco después ocurrió un suceso que transformaría totalmente su vida: la llegada a Quito de los científicos europeos Alejandro de Humboldt y Aimé Bonpland, quienes se hospedaron en casa de su familia (una de las más ricas y cultas de la capital) y a los que acompañó en sus expediciones naturalistas por el área próxima a la capital.

En junio de 1802 marchó a Perú con miras a seguir a Europa, junto con los dos sabios europeos, apoyado económicamente por su padre, y llevó un notable diario de viaje, digno de un naturalista. Así, hizo constar una detallada descripción de Quito y las demás ciudades y poblaciones visitadas, con sus detalles geográficos, sociales y económicos. Igualmente anotó las características naturales de cada lugar y de los caminos y rutas acuáticas utilizados. Y muy significativo es su relato del ascenso del grupo al nevado Chimborazo.

Siempre acompañando a Humboldt, nuestro personaje viajó luego de Lima a Guayaquil, México, Estados Unidos y Francia, participando de sus observaciones científicas y económicas. En París tuvo oportunidad de conocer a Simón Bolívar y juntos asistieron a la coronación de Napoleón como emperador de los franceses.

En 1805, Montúfar viajó a Madrid, para continuar estudios en el Colegio de Nobles, donde conoció a José de San Martín. Pero poco después su vida sufrió otro vuelco inesperado, cuando estalló la crisis de la monarquía española, con al Motín de Aranjuez (1807) y luego las abdicaciones de Bayona, por las cuales los reyes Carlos IV y Fernando VII abdicaron a favor de Napoleón, a cambio de propiedades y millonarias pensiones francesas.

Ante la invasión napoleónica y la resistencia del pueblo de Madrid, Montúfar se alistó en el ejército español, bajo las órdenes del general Francisco Javier Castaños, a quien había sido recomendado por el presidente de Quito, Héctor de Carondelet, cuñado de Castaños a la vez que amigo de su padre.

Como ayudante de Castaños, Montúfar actuó con mérito en varias acciones de armas, mereciendo por ello el grado de teniente coronel de caballería, y finalmente participó en la memorable batalla de Bailén, donde los invasores franceses fueron derrotados. Ello la valió a Castaños el título de Duque de Bailén y a Montúfar, su ayudante, una condecoración y el grado de coronel del ejército español. (O)

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