Alianza PAIS, con la participación de sus miles de afiliados, se alista a responder a la fragmentada oposición, en defensa de la gigantesca obra social del Gobierno, de los intentos desestabilizadores de los golpistas, que con el pretexto de cumbre y movilizaciones, apoyados por la prensa ‘independiente’, deciden, cargados de odio, sabotear el proceso de la Revolución Ciudadana.
La prensa comercial, referente a la llamada Cumbre de los Pueblos, integrada por un sector de indígenas y unos cuantos grupos sociales, elogia a los organizadores de ese acontecimiento político de protesta por exhibir su ‘agenda de lucha’, Ley de Tierras, reformas laborales, sede de la Conaie, entre otros temas, pero elude la opción de diálogo que plantea el régimen del Buen Vivir como el mejor camino para discutir diferencias y lograr soluciones a los problemas considerados pendientes y conflictivos.
Aunque la contienda presidencial de 2017 se observa lejana, ya se movilizan grupos políticos, denominados de centroizquierda, centroderecha, neutros, maderas de guerrero, la seudoizquierda, como el ex-MPD, desertores y traidores, sin considerar principios ideológicos, pero eso sí, todos inclinados a la derecha reaccionaria para defender los intereses de la oligarquía, retornar al sistema explotador neoliberal, volver al antiguo país, al secuestro de la educación, el atraco petrolero y al enriquecimiento ilícito, mediante la conquista del poder político.
Recordamos a los falsos izquierdistas que se extraviaron de camino, que la traición es degeneración humana y que su situación es deplorable porque ya nadie confía en los truhanes, porque su rescate moral es misión imposible.
No hay espacio para competir con el gobierno del Buen Vivir, orientado hacia una moderna estructura socioeconómica en proyección a la justicia social, pero para proseguir es indispensable fortalecer la organización popular, ampliar los cursos de formación política, mantener la unidad y la decisión de luchar por un mundo mejor.
De un lado, la prensa comercial no cesa en alentar el plan de sabotaje de la oposición al gobierno liderado por Rafael Correa. Dedica extensos espacios a las marchas reaccionarias, sin dirección y transparentes objetivos, en el fondo, solo con la intención de promover el caos, la violencia, la agresión y el atentado contra el orden constituido. De otro costado, Alianza PAIS no requiere propaganda; su vasta obra social se contempla en todos los rincones de la patria. El liderazgo de Rafael Correa, sin rival, se irradia con intensidad en el ámbito nacional y continental; allí surge el pánico de la oposición dispersa, por una probable prolongación del régimen socialista siglo XXI, más allá de 2017.
Los contrarios se preparan para dar otros pasos, a riesgo de caer en el abismo. Su campaña es agresiva por recuperar prebendas y posiciones en la administración del Estado.
Es tesis de los grandes del pensamiento ofrecer oportunidades a los conductores populares a participar en reelecciones indefinidas. En esa dirección, el pueblo se ha pronunciado una y otra vez, por la reelección de Rafael Correa para que concluya su proyecto político en beneficio de los pobres de Ecuador.