Acercamiento de Macron a los gobiernos de Venezuela, Colombia y Argentina

En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP 27) en Egipto, llamó la atención que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, saludara a Nicolás Maduro invitándolo a conversar. Esto debido a que Francia es uno de los estados que declaró no reconocer a Maduro como presidente de Venezuela sino a Juan Guaidó; además, pesan sobre ese país varias sanciones por parte de la Unión Europea (UE). Dicha invitación es parte del acercamiento que está realizando Francia para buscar nuevas fuentes de petróleo y gas como alternativa a Rusia. Al parecer, busca generar una relación de confianza más allá del aspecto comercial, ya que Macron se mostró interesado en colaborar para que se reanuden los diálogos entre el gobierno de Maduro y la oposición, los cuales se llevaban a cabo en México y se suspendieron por la extradición de Alex Saab.

En efecto, también en noviembre, en el marco del Foro de Paris por la Paz, se dieron conversaciones entre miembros de ambas partes y se mencionaron avances, a pesar de no establecer fechas específicas para reiniciar el proceso. Esto genera esperanza de encontrar una solución diplomática a la crisis política en Venezuela, pero por otro lado motiva preocupación de que por temas económicos se esté desestimando las violaciones a los derechos humanos y el orden democrático cometidas por Maduro.

En el Foro, cuyo tema principal fue llamar a una solución pacífica para el conflicto que resultó de la invasión rusa a Ucrania, estuvieron invitados los mandatarios de Colombia y Argentina. Por un lado, Alberto Fernández resaltó los efectos de dicho conflicto en los países latinoamericanos. Por otro lado, Gustav Petro y Emmanuel Macron dialogaron sobre la cooperación para la reforma agraria y la consolidación del proceso de paz en Colombia. Asimismo, este fue el espacio para que se reitere la mediación que Francia y Colombia realizarán para reanudar las negociaciones sobre la crisis venezolana.

Esto responde a la cercanía ideológica de Macron con los gobiernos de izquierda latinoamericanos, con una prioridad hacia una nueva estrategia energética que le permita salir de la dependencia de los combustibles rusos. No obstante, esto requerirá negociaciones con sus vecinos de la UE para levantar las sanciones impuestas a Venezuela y todo lo que eso conlleva en cuanto a derechos humanos. Por otra parte, se observa claramente que Francia busca reposicionarse como líder mundial de mediación para la paz en distintos conflictos, lo cual le permita generar alianzas internacionales, pero también aumentar la popularidad del gobierno de Macron en el electorado francés.