Las mujeres afganas soportan una vida de dificultades
La obsesión talibán de crear un estado islámico ‘puro’ mediante una estricta interpretación del Corán (libro sagrado del islam) redujo el mundo afgano a una sola religión.
En un país donde el 60% de la población está constituida por mujeres, estas no pueden dedicarse prácticamente a otra actividad que no sea el cuidado del hogar.
No pueden trabajar, estudiar, conducir ni salir de sus casas sin la compañía de algún hombre de su familia y mucho menos sin cubrir sus cabezas con una burqa.
La situación de las mujeres afganas es especialmente grave en el área sanitaria. No pueden ser atendidas por médicos varones y como las profesionales no pueden trabajar, su salud depende de la suerte.
El gobierno instauró un hospital para mujeres, pero no fue terminado y el edificio no cuenta con agua, electricidad y mucho menos con laboratorios.
No obstante, la situación de atraso se extiende también a otros sectores de la población.
Según un estudio de la ONU con datos hasta el año 2000, toda una generación afgana no tenía acceso a educación y muchas personas que alguna vez fueron profesionales, hoy son prácticamente indigentes. (I)