El sismo de 3,6 grados en la escala de Richter que sacudió Quito y las zonas aledañas, a las 03:43 de ayer, no causó daños materiales ni personales, según el reporte de las entidades de atención de emergencias.

El evento, ocurrido a 2,9 kilómetros de profundidad, tuvo relación con el volcán Pichincha, confirmó el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG).

No obstante, Mónica Segovia, funcionaria de la entidad, manifestó que el fenómeno no es el signo de ninguna anomalía eruptiva ocurrida en la montaña. “Lo que estamos viendo es una especie de enjambre bajo el volcán, pero es un fenómeno común”.

La experta reiteró que es recurrente que se presenten grupos de temblores y que luego baje la actividad o que haya movimientos más pequeños. Ayer, por ejemplo, luego del sismo principal de 3,6 grados, ocurrieron otros movimientos telúricos leves, de entre 2 y 3 grados, según el IG.

Agregó que esta serie de movimientos sísmicos no se relaciona al cambio de estación en la ciudad y que tampoco se puede pronosticar si habrá temblores ni su intensidad.
Segovia reiteró que aparte de este sismo, el volcán no registra ninguna otra anomalía en sus actividades de fumarolas.

Esteban Hernández, sismólogo del instituto, indicó que es recurrente la presencia de movimientos, pero son tan pequeños que ni los habitantes cercanos a la zona los pueden sentir.

De hecho, un breve sondeo realizado por este diario demostró que  pocas personas se despertaron ayer a consecuencia del sismo. Fue perceptible, en su mayor parte, para quienes viven en pisos altos.

“Este evento que ocurrió hoy no merece mayor preocupación, si se lo mira como un evento aislado”, reiteró el técnico. (I)

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El Pichincha tiene una antigua historia eruptiva

El volcán Pichincha está ubicado alrededor de 12 kilómetros al oeste de Quito. La erupción de 1660 fue importante, aunque de menor magnitud que las ocurridas en los 10 mil años precedentes.

En todos los eventos hubo caídas de ceniza  en la ciudad de Quito, así como flujos piroclásticos, colapsos de domos y generación de lahares secundarios en varios sectores del volcán. La última erupción fuerte sucedió entre los años 1999 y 2001. (I)