“Les juro ante la Virgen del Quinche que vamos a cuidar a los niños y jóvenes del consumo de drogas”, fue la promesa que hizo ayer el presidenciable Guillermo Lasso.

El juramento incluyó la señal de la cruz que los católicos acostumbran hacer con la mano derecha.

Lo hizo ayer en la mañana durante un recorrido por el mercado Las Cuadras, en el populoso sector de Chillogallo, en el sur de Quito.

Previamente, el postulante, junto a su esposa, su binomio Andrés Páez, los candidatos a asambleístas nacionales y de la provincia, hicieron un recorrido por las calles desde el parque El Caballito hasta el conocido mercado.

Unos 30 minutos caminaron entre simpatizantes que se apretaban, pero no por ver a los postulantes, sino para avanzar por las estrechas calles y veredas, que en su mayoría están ocupadas por viviendas convertidas en locales comerciales. Aquello pese a que a las 11:00 no había mucho movimiento de clientes.

Una vez en el mercado, Lasso, su esposa y las demás comitivas subieron a la tarima levantada al interior del lugar semivacío de vendedores, ya que no era día de feria.

A su turno en el micrófono, Lasso volvió a repetir a los simpatizantes que llegaron uniformados que su mensaje era “para las caseritas”, a las que prometió que mantendrá el bono de desarrollo, no subirá el gas y creará un millón de empleos. (I)