A casi siete décadas de su estreno (en 1945), “Roma, ciudad abierta”, la famosa película de Roberto Rossellini, considerada una obra maestra del neorrealismo italiano, vuelve a proyectarse, ahora con calidad mejorada, en setenta salas de cine italianas, durante este mes en que Italia celebra el fin de la ocupación nazi.

Restaurada por expertos del instituto cinematográfico de los estudios Cinecitta de la Fundación Filmoteca de Bolonia y de la Filmoteca Nacional del Centro Experimental de Roma, el filme traslada al espectador al centro de un país ocupado por la Alemania nazi, azotado por la guerra y en el que la pobreza y la tristeza son sus máximos protagonistas. A través de los ojos del sacerdote Pietro Pellegrini, Rossellini cuenta la historia real del religioso Luigi Morosini, quien fue torturado y asesinado por el régimen nazi, por ayudar a la resistencia italiana.

“El 25 de abril (de 1945) Italia festeja la liberación del dominio fascista, y nos pareció que era el mes idóneo para reestrenar esta película”, explica el director de la filmoteca de Bolonia, Gian Luca Farinelli, en una entrevista telefónica con EFE. La lealtad, la fidelidad a los principios y la búsqueda de la libertad son algunos de los temas que aparecen en esta obra que, según Farinelli, es “un grito de dolor, pero al mismo tiempo de esperanza hacia una nueva Italia republicana”. Con esta película, Rossellini inventó una forma nueva de hacer cine y logró, por primera vez, que un artista italiano tuviera un gran reconocimiento a nivel internacional y no solo en la cultura de este país, indicó Farinelli.

El proyecto de restauración de “Roma, ciudad abierta” consistió en aplicarle al negativo original, técnicas digitales para lograr una resolución de 4K que ofrece una calidad de imagen cuatro veces superior a la que consigue la tecnología Full HD. Con el empleo de esta técnica, la cinta ha ganado en “calidad, profundidad fotográfica, luz e intensidad en los blancos y los negros”, expresó Gian Luca Farinelli.

Película filmada en las más duras condiciones imaginables: sin presupuesto, con un reducidísimo equipo técnico y con los restos del material fílmico de los laboratorios fascistas. De ahí la leyenda que siempre circuló que decía que el filme había sido rodado sobre un stock de cintas halladas al azar, vencida, comprada en el mercado negro.

El negativo original del filme se creía perdido. Por eso cuando reapareció un negativo en la Cineteca Nacional, en 2004, se verificó que se trataba en efecto de “despojos” de película de diversa procedencia, y esto fue la confirmación de que se habían encontrado realmente los negativos originales.  Con esta cinta Roberto Rossellini marca uno de los puntos culminantes de un estilo recién creado, el Neorrealismo. Sin embargo de todos los inconvenientes, Rossellini lleva a cabo una auténtica obra maestra sobre la supervivencia y la lucha por la libertad. Rodada con un estilo documental, Rossellini atrapa en los fotogramas de Roma, ciudad abierta la atmósfera y el estremecimiento de la lucha de la resistencia, formada por gente corriente, contra el fascismo. La historia, en clave de melodrama, plantea la eterna lucha entre el bien y el mal, entre la clase trabajadora, pobre, esforzada y sufriente en contraposición a aquellos que venden sus almas por el dinero, el lujo o los falsos ideales.

La restauración marca a su vez el punto culminante del Proyecto Rossellini, empresa impulsada por varias instituciones que llevó a la recuperación de 10 títulos de la filmografía de Roberto Rossellini, entre los que se incluyen  “Stromboli”, “Paisá”, “Alemania Año Cero”, entre otros.

Las películas fueron presentadas en el Festival de Cannes, en la Muestra de Cine de Venecia, en el Festival de Berlín, en el Festival de Roma y en el Festival El Cine Recobrado de Bolonia, como preludio de este retorno a las salas del filme de Roberto Rossellini.

La proyección de “Roma, ciudad abierta”, propone también el reestreno de clásicos de otros directores, de la riquísima cinematografía italiana que surgió luego de la Segunda Guerra Mundial.