Han pasado casi 25 años desde que Kevin Costner danzó con aquellos lobos pero él se ve como si pudiera hacerlo otra vez. Alto y desgarbado, el actor y director galardonado con el Oscar lleva pantalones blancos, una camisa blanca almidonada y un chaleco negro –y sí, lentes oscuros bajo techo– al llegar para la entrevista en Beverly Hills un frío día de invierno.

Unas cuantas arrugas en el rostro traicionan su edad, que es de 59 años, pero sigue siendo un buen candidato en el concurso del hombre de edad más sensual.

“El otro día alguien me dijo que había estado en esto desde hacía un siglo”, relata Costner riendo. “¿Ya llevo tanto tiempo? Pero sigo pensando en esa cosa del siglo”.

No hace mucho tiempo todavía, Costner era uno de los jóvenes prometedores, apabullado al encontrarse en la presencia de la realeza de Hollywood. Eso fue durante el rodaje de ‘The Untouchables’ (1987), película en la que él encarnó a Eliot Ness al lado de Sean Connery, quien ganó un Oscar por su interpretación del patrullero Jim Malone.

“Nunca olvidaré lo que era estar en el foro de ‘The Untouchables’ con Sean y Robert De Niro”, dice Costner. ‘’Yo daba vueltas de un lado a otro, listo para hacer mi escena, pero las cosas se tardaban una eternidad en el foro. De pronto, Sean dijo: ‘Señor Ness, siéntese. Siéntese ahora mismo’”

“Me pregunté por qué me lo estaba diciendo”, continúa. “Bueno, Sean dijo: ‘Siéntese de una vez. ¡Va a ser un día muy largo’!”. Costner ríe.

“Sean no hablaba de cosas con pretensiones de arte”, agrega. “Él es un hombre práctico y me dio un consejo práctico. Él me enseñó que cuando va a ser un día largo, lo mejor es sentarse. Ya nos llamarán cuando estén listas las cosas”.

¿Qué mejor consejo puede darle un hombre a otro?

Costner debutó en el cine con ‘Malibu Hot Summer’ (1981) pero ‘The Untouchables’ lo convirtió en uno de los actores más de moda en Hollywood. De ahí siguieron ‘No Way Out’ (1987), ‘Bull Durham’ (1988) y ‘Field of Dreams’ (1989), todas con gran éxito. Para cuando ganó el Oscar a la Mejor película y al Mejor director por ‘Dancing with Wolves’ (1990), con la que debutó como director, parecía que jamás podría equivocarse. Sus siguientes tres películas, ‘Robin Hood: Prince of Thieves’ (1991), ‘JFK’ (1991) y ‘The Bodyguard’ (1992) fueron de los más grandes éxitos de su tiempo.

A partir de ahí, Costner pareció aflojar el pedal. Tuvo dos fracasos resonantes con ‘Waterworld’ (1995) y ‘The Postman’ (1997), la segunda de las cuales dirigió, y parecía estar más interesado en el lado musical de su carrera. Después de 2004, cuando se casó con Christine Baumgartner, se asentó y apareció con menos frecuencia en la pantalla.

“Tuve tres hijos en los últimos seis años”, explica Costner sorbiendo su café. “Tuve que bajar el ritmo de mi carrera en los últimos años para echar a andar a los niños”.
Últimamente, empero, él ha estado tan ocupado como a fines de los 80. En ‘Jack Ryan: Shadow Recruit’, actualmente en cartelera, él interpreta a un veterano agente de la CIA. Protagoniza a un espía que persigue a un peligroso terrorista en ‘3 Days to Kill’, que se estrena en todo Estados Unidos el 21 de febrero. Interpreta a un gerente general de fútbol en ‘Draft Day’, comedia de Ivan Reitman que se estrenará en abril. Y también actuó y produjo ‘Black and White’, aún por estrenarse.

“Regresé a trabajar porque ya estaba harto de la minivan”, bromea Costner. “Tuve que comprar una minivan. La espalda me estaba matando al cargar a los niños para meterlos y sacarlos de una camioneta normal. ¡Ya sé lo que es querer matar a alguien de a verdad!”.
‘3 Days to Kill’ lo presenta como un veterano agente de la CIA que quiere renunciar a su vida tan arriesgada para asentarse con su esposa (Connie Nielsen), de quien está separado, y su hija (Hailee Steinfeld). Primero, empero, está la proverbial última misión que consiste en cazar al terrorista más despiadado del mundo, al tiempo que cuida de su hija adolescente pues su esposa está de viaje.
“Es muy humorística”, afirma Costner. “Es un hombre con una familia fracturada y es por su culpa. Él permitió que su familia cayera en la desesperación. Ahora quiere retirarse de su trabajo de espía y llevar una vida normal con su familia, pero descubre que no es tan fácil salirse de ese negocio”.
Tanto ‘3 Days to Kill’ como ‘Jack Ryan’ requirieron mucho trabajo de acrobacia.

“¿Cómo me puse en forma para esas películas, que me obligaron a correr, agacharme y evadir a los chicos malos?”, se plantea Costner. “Olvídese de las mancuernas. Simplemente levanté a mis hijos como un millón de veces al día. Después correr detrás de ellos cuando salen disparados en diferentes direcciones. Después de todo eso, es fácil montarse a un caballo y hacer ‘Hatfields & McCoys’ (2012) o cualquiera de esas películas.

“¡Regresar a Hollywood fueron mis vacaciones!”

Ningún actor ha participado en tantas películas de deportes como Costner, pero ‘Draft Day’ es la primera vez que aborda el fútbol americano.
“Es una película clásica de deportes, que es un tema que me encanta”, explica. “Ivan Reitman hizo un espléndido trabajo para mezclar algunos momentos muy conmovedores con comedia”.
Nacido en Lynwood, California, el menor de los tres de un padre que abría zanjas y trabajaba de electricista mientras la madre era trabajadora social, Costner fue una estrella en el béisbol, el fútbol americano y el básquetbol en preparatoria. Después de graduarse con un título de administración en la Universidad Estatal de California en Fullerton, él decidió tomar clases de actuación. Y fue cuando tuvo un encuentro casual con Richard Burton, a bordo de un avión, cuando decidió dejar su empleo para dedicarse a la actuación de tiempo completo.

El estrellato no llegaba y pronto se vio al volante de un camión y dando recorridos en autobús para ver las casas de las estrellas mientras luchaba por abrirse paso.

“Mi primer sueldo como actor lo recibí hasta que tenía 27 años”, precisa Costner. “No entré en la industria a los 19 o 20 años. Francamente, pienso que mi longevidad en este negocio se debe a que vengo de una actitud de gratitud. Para mí, actuar no es el sueldo. Me encanta hacer películas y me encanta la vida fuera del negocio. Cuando llego a trabajar, me encanta trabajar”.
Cuando finalmente llegó al estrellato, él trató de mantener la ecuanimidad.

“Nunca pensé que yo fuera el número uno ni la estrella más grande del mundo”, afirma Costner. “Siempre he tenido la mentalidad de que solamente quiero estar en la sala donde se esté llevando a cabo una gran película”.

Él espera que ese sea el caso de ‘Black and White’, que se estrenará este mismo año. Costner interpreta a un afligido viudo que se ve arrastrado a una batalla legal por la custodia de su nieta, hija de padre negro y madre blanca.

“Yo mismo financié la película para echar a andar una conversación importante”, revela. “Esta película es sobre el racismo, pero está presentada como una película de entretenimiento. No tiene una sola palabra de ‘sermón”.
Costner ha tenido su buena ración de grandes éxitos pero algunas de sus películas más exitosas empezaron como proyectos excéntricos que en un principio no tenían ningún atractivo evidente de taquilla.

“Si veo lo que para mí califica para ser una gran película estadounidense, voy a hacer una ‘Dances with Wolves’ o ‘Field of Dreams’”, afirma. “Las considero buenas películas que tienen un mensaje. Tengo esa terca veta estadounidense con la que, si cien personas dicen que no a esa película, yo quiero ser el único que dice que sí”.
Las cintas de mayor éxito de Costner han sido ‘The Untouchables’, ‘Robin Hood: Prince of Thieves’ y ‘’The Bodyguard’. Cuando se le pregunta sobre sus películas pasadas, empero, no son esas las que suelen salir a relucir.
“‘Field of Dreams’ sigue estando en la imaginación popular”, afirma el actor. “Es la arquitectura de esa película. La última línea de esa película es: ‘Vamos a jugar pelota’ y entonces padre e hijo juegan béisbol”.

“Es acerca de lo que queda sin decirse en la vida”, continúa Costner. “Todos tenemos cosas que no dijimos en la vida y quisiéramos poder retroceder en el tiempo para decirlas. Quisiéramos no haber sido tan duros con alguien, quisiéramos haber escuchado más a la otra persona, pero el momento pasa y jamás va a regresar.

“‘Field of Dreams’ sigue conmoviendo, pues es cuando pedimos: ‘Si pudiera corregir tan solo una cosa en mi vida. Por favor, Dios mío, dame una oportunidad. Devuélveme a ese momento’”.

Padre de tres hijos adultos con su primera esposa Cindy, Costner se casó con Baumgartner en 2004, en una boda en un rancho a la que asistieron muchas celebridades, como Michael Douglas, Don Johnson, Jack Nicholson, Bruce Willis y Oprah Winfrey. Ahora la pareja vive en un rancho de 66 hectáreas en las afueras de Aspen, y tiene además una casa de 7 hectáreas a la orilla del mar en Santa Barbara, California, con sus hijos Cayden Wyatt de seis años, Hayes Logan de cuatro, y Grace Avery de tres.

La paternidad es mucho más divertida la segunda vez, afirma Costner.
“Para el niño, parte de la diversión es la sensación de hurto”, indica. “Quiere saber que se va a salir con la suya”.
Sus hijos han aprendido que, si mamá descartó la crema batida en el desayuno, papá puede ser un blanco más fácil.

“Cuando la mamá no está cerca, le pongo crema batida en una cuchara”, revela Costner sonriendo. “Mi hijo de seis años es una varita delgada y el otro día le encantó el hecho de haber conseguido crema batida en la mañana. Mi hijo de tres años me puso crema batida en el café. Mi esposa me dio un codazo el otro día y me dijo: ‘¡Qué niño eres!’
“Yo lo tomé como un cumplido”.