Sin ser un donjuán ha tenido mucha suerte en el amor. Durante su época colegial y universitaria supo conquistar a las chicas más guapas a través de palabras y situaciones cursis.

Así es Paúl, quien- a pesar de toda esa fortuna sentimental- atraviesa por un verdadero dilema cuando falta tan solo una semana para casarse con quien debería ser el amor de su vida.

Sin proponérselo, parte de esta confusión, es culpa de Ana, su mejor amiga y de quien estuvo enamorado desde la infancia. Han sido amigos y cómplices en todo momento, ambos se recurren mutuamente casi por inercia.

“A veces en mi cuarto estando solo/quisiera acabar con todo/ siento que en esta vida no tengo chance/ que todo lo que hago es un percance, y es precisamente en ese momento/en que de mi mala suerte...yo me lamento/ en que tú te apareces con tus caricias, me besas la espalda, me das una sonrisa. Me dices flaco olvida el fracaso, a la envidia no le hagas caso...por ser siempre así, siempre así. Estas tres notas son para ti”.

Pero Paúl no es el único inseguro en esta historia. Ana siente que en aquel casorio perderá no solo a su amigo...sino también, al amor de su vida.

“Sé que de una u otra forma es difícil de decir/ te conozco tanto tiempo, pero igual jamás te vi/ como parte de suspiro, que mi pecho arroja hoy/ como mi mayor problema, que me sigue a donde voy /y no quieres darte cuenta, que yo no me atrevo a hablar/ voy hundiéndome en silencio, en lo más hondo del mar... Qué debo hacer para llegar a ti/ una cadena o un eslabón/ qué debo hacer, qué ruta debo seguir...misterio sin solución.

Temas como ‘Tres notas’, de AU-D y ‘Qué voy a hacer’, de Las Lolas, forman parte de la vida de estos dos personajes que viven un singular conflicto entre la razón y lo que les dicta el corazón. Esto será el preámbulo de una serie de situaciones que están por suceder cuando Paúl se da cuenta de que en la lista de invitados de la boda no aparece ninguna de sus ex novias, provocando un enredo entre dos.

Y ese es precisamente el nombre de esta historia musical que el Teatro Sánchez Aguilar pondrá en escena mañana, a partir de las 20:30 y que se extenderá en diferentes funciones: 17-18-25 de enero y 1 de febrero a las 20:30; mientras que los días 19-26 de enero y 2 de febrero a las 19:30.

Este es el primer musical que el teatro presenta luego de éxito conseguido con la obra ‘Las burladas de Don Juan’, producción que estuvo a cargo de la directora española Lucía Miranda.

En esta ocasión, el colombiano Jorge Hugo Marín es el encargado de llevar esta historia a las tablas con la participación de Pancho Aguiñaga (Paúl), Jasú Montero (Marta); María José Blum (Elís); Belén Idrobo (Gloria), Alexandra Cabanilla (Ana); Lola Guevara (Rocío) y Silvio Villagómez (Camilo), bajo la dirección musical y guión de Christian Valencia.

“Este es un montaje sin precedentes en este país, pues están apostando por hacer un musical con identidad y una marca. Con el homenaje a una época se puede traer al recuerdo a una generación de artistas y también a una manera de pensar, aunque parezca que sucedió hace muy poco, puesto que en aquel entonces aún se hacían cartas de amor”, señala el colombiano, quien dirigió en Bogotá el musical ‘Mentiras’.

Comenta que aunque esta historia es muy universal y que le podría pasar a cualquier persona del mundo que sepa del amor, la diferencia radica en la manera de sentir y expresar un sentimiento que se convierte en rasgos de una determinada sociedad.

“Eso enriquece a esta obra que posee mucha identidad y devela al ecuatoriano como tal, a través de sus canciones, lo que él ha vivido en un momento determinado y que perdurará en la mente colectiva de quienes formaron parte de ese entonces”, remarca.

Y para que esto ocurra, ha sido Christian Valencia el responsable de unir la historias de estas canciones y entrelazar la historia de cada uno de los personajes de este musical.

Para seleccionar los temas Valencia tuvo primero que lidiar con las preferencias regionales, porque en los noventa los gustos eran diferentes. Hicimos encuestas a artistas de la época y después revisamos cuáles eran las más comentadas en las redes sociales y las que perdurarán en la “memoria colectiva” de una generación.

A partir de ese momento se seleccionó medio centenar de canciones que mantengan un hilo conductor propicio y que se adapten a la historia de Paúl.

“Esa fue la parte más complicada, porque cada una de estas canciones tienen su historia particular y adaptarlas a nuestro guión fue un verdadero reto que al final gustó mucho. Nos quedamos con temas”, comentó.

Un mes le tomó a este productor radicado en Miami en adaptar la historia, en medio de algunas “trasnochadas” en las que pidió una que otra opinión a los autores y cantantes de varias de las canciones que conforman el musical.

Revela que cuando escuchó “a los tiempos” muchos de estos temas, resultó casi imposible no recordar historias personales, pero ninguna que los lectores puedan conocer porque “solo imagínense que el protagonista se debata entre cuatro amores... mejor no digo nada”.

Para Pancho Aguiñaga, productor teatral, debuta como cantante en esta producción, ya que hasta el momento solo “cantaba en la ducha”.

Resalta que esta producción, más allá de entretener, rinde homenaje a la época en donde las cosas eran más simples, a pesar de que la tecnología no había llegado a ofrecer los facilismos con que actualmente se goza. “Tenías que ir a la tienda de la esquina si querías hablar con alguien a escondidas e incluso le dejabas notitas a las chicas en el colegio. Ahora lo hacemos con un mensaje de WhatsApp”, finaliza.

Cristian Valencia recrea el entorno

“Por tratarse de una historia muy nuestra, hemos recreado algunos problemas que se suscitaban en ese entonces y que de alguna manera forman parte del entorno en que vivíamos”, señala Cristian Valencia.

De esta manera, durante el desarrollo del musical se recrearán los problemas que habían con EITEL, las llamadas telefónicas en la tienda de la esquina, las canciones de los comerciales típicos de la fecha.