El llamado ‘Amo del sarcasmo’, el mexicano Franco Escamilla, se presenta hoy y mañana en Guayaquil como parte de su gira ‘Y Ya...’, que llevará a Colombia, Argentina,  Perú, El Salvador, Guatemala, Costa Rica y Estados Unidos.

La presentación de este comediante tiene una duración de 120 minutos, en la que se narra cosas que le ocurren a las personas en el día a día, aspecto que consigue -según dice- manteniendo los pies sobre “la tierra, con persistencia y, sobre todo, con mucha paciencia”.

Cree que es fácil cuando se trabaja a diario y se aprovechan las oportunidades. “Lo único complicado es empezar”, agregó en exclusiva para El TELÉGRAFO.

Reconoce que en ocasiones, su humor hace que “alguien se ofenda, pero es casi imposible tener material que no resulte ofensivo para algún grupo o persona”, aunque trata de mantener el respeto posible entre todos.

“Uno puede pensar que el material es gracioso, pero quien tiene la última palabra de si algo funciona o no es el público.  Si no se rieron, no se rieron, así de simple. No podemos aferrarnos a que todo funcione siempre al ciento por ciento. Si un ‘gag’ (escena) no funciona más de tres veces, se descarta. Y obviamente trato de respetar al público, no se trata de ser ácido o negro nada más porque sí, la finalidad siempre es la risa”, explica.

Sobre la creencia popular de que dice que quienes se dedican al stand up comedy son locos, Escamilla especifica que todos los artistas que realizan esta actividad “somos iguales a cualquier otra persona, ni más ni menos locos, simplemente guardamos nuestras tragedias para convertirlas en algo que haga reír a alguien más”.

“Locuras” que aprovecha al máximo para armar sus monólogos que sean de fácil entendimiento a donde quiera que se presente. “El humor es humor en todos lados. Solo es cosa de encontrar de qué tipo le gusta a cada público porque los primeros 10 minutos son como en el boxeo, medir al de enfrente sin atacar con todo y estar un poco a la defensiva”.

Y si de boxeo se trata, Escamilla le dedicó una canción -al puro estilo de ‘La chica de Ipanema’ -al boxeador Misael Rodríguez, la primera medalla olímpica mexicana en los Juegos Olímpicos de Río 2016. (I)