“Bienvenidos. Espero y me comprometo a regresarlo a su estilo natural. A recuperar su posición como líder de manada. Mi misión es ayudarlos a entender las necesidades de sus mascotas, porque sus perritos solo tienen un objetivo: llenar su vida de felicidad.... Pero, ¡Qué es la felicidad?...”. Ese es el saludo con el que César Millán se presentó la noche del jueves, desde las ocho, en el coliseo Voltaire Paladines Polo.

Se despojó de un abrigo y mostró su camiseta de la selección ecuatoriana con el número 1. El número no es porque juegue como arquero, su significado es ser el primero, representación de liderazgo, pues él es “El líder de la manada”.

Los gritos y aplausos no pararon, las cámaras -aunque estuvieron prohibidas- aparecieron y el público dio muestras de que esperaba disfrutar de un espectáculo diferente, pues este les ayudará a vincularse mejor con sus canes.

El escenario, compuesto por cercas blancas, una puerta y césped, imita el patio trasero de una casa. Es el sitio donde dio tips para mejorar la conducta de los animales, las mismas que muestra en su programa de Nat Geo y que lleva en vivo gracias a su tour con el que recorrió todos los Estados Unidos, Europa, Asia y que se inició en Latinoamérica.

El mexicano se responde a sí mismo: “Solo me puse la camiseta de Ecuador y esa es la felicidad para ustedes”, logrando un coro de gritos y gestos de picardía.

Captó la atención y puso una gran sonrisa a los niños, adultos y personas mayores que se dieron cita desde las cinco de la tarde para ingresar al lugar. Las mismas se sorprendieron cuando les detalló su historia de “sueño americano”, y la forma de cómo ingresó a Estados Unidos (ilegal).

Reiteró que el objetivo de relatar sus inicios tiene el fin que con esfuerzo todo es posible. Pues desde niño ya soñaba con convertirse en el mejor entrenador de perros del mundo.

“Recuerdo que un día le dije: ¿má, tú crees que seré el mejor entrenador de perros? Ella me vio y como estaba apurada me respondió: Tú serás todo lo que quieras, y lo conseguí”... detalló entre risas.

Y es que no solo logró el tan ansiado “sueño americano”, sino que también se ganó la confianza de personalidades importantes del mundo, quienes buscan su asesoría para mejorar la conducta de sus animales.

“Los perros no siguen a líderes inestables. Los humanos sí”       César Millán - Entrenador canino

Destacó que el hecho de que un humano haya obtenido poder simbólico sobre las personas, no significa que tendrá el poder de controlar todo, y puso como ejemplo a Barak Obama y Oprah Winfrey, quienes han tenido dificultades con sus caninos.

“Soy el encantador de perros, pero debería adiestrar humanos y no canes porque el comportamiento de ellos es el reflejo de su amo”, indicó.

Posteriormente empezó las demostraciones con perros locales, los mismos que fueron seleccionados mediante castings en sus redes sociales.

“Los perros no siguen a líderes inestables, los humanos sí”, resaltó Millán.

Desde cómo coger la correa, ayudar a la transición de comida humana a la canina, la interrelación con su especie y romper barreras amo y mascota fueron partes de las muestra manejadas con su tres principios básicos: ejercicio, disciplina y afecto.

Asimismo, compartió otros trucos para leer el lenguaje corporal del perro con el fin de prevenir y resolver problemas de conducta; aprender el rol instintivo que se desempeña en la formación de la mascota y el comportamiento humano; e identificar los factores detonantes del comportamiento del canino y aprender a reconocer la verdadera agresión, del miedo o la ansiedad.

Añadió que los únicos que tienen interés en ofrecer amor son los humanos, pues nunca se escuchó un caso de suicidio canino por falta de recursos económicos de su amo.

En su show enseñó al hombre a relajarse y equilibrar la “energía y balance”, pues no tiene correas mágicas, ni trucos de espectáculos.

Orgulloso, compartió que su hijo Calden, de 14 años, maneja el programa ‘El encantador de cachorros’, que transmite Nickelodeon, y recalcó que ahora su sueño es ser tan reconocido como su papá. Su “gran problema” es que posiblemente pronto se quede sin trabajo.

Al concluir su show presentó la historia de Duke, un labrador adoptado por el guayaquileño Carlos Chang, hace un año, en Santiago de Chile. El can fue rescatado tras un accidente que le provocó varios traumas en sus patas, lo que le hizo perder parte de una de ellas. Millán resaltó que en sus espectáculos siempre muestra un caso de estos, pues su fin con el ‘Líder de la manada’, es promover la adopción de animales.

Al final dejó como reflexión que “el verdadero valor de la felicidad es retribuir con cariño a estos seres que nos llenan de amor y hacen felices”.

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Al concluir el show, estuvo en el escenario por 15 minutos, en los cuales aprovechó para dar autógrafos y recibir obsequios.

Su mensaje fue claro, promover la adopción de las mascotas con un trato justo, amarlos y respetarlos pero sin humanizarlos.

Las energías tóxicas que los humanos transmiten a las mascotas son: miedo, ego, enojo e inseguridad.